El domingo se celebró en Italia la ”Jornada por la Vida’‘, convocada por la conferencia episcopal italiana y en la que el Papa ha aprovechado para lanzar varios mensajes contra el aborto y la eutanasia.
No es la primera vez que el Santo Padre lo hace en su pontificado y aclara que la defensa de la vida no es una cuestión filosófica ni religiosa, sino científica.
Las cifras son alarmantes, 46 millones de mujeres en el mundo se someten a un aborto inducido o lo que es lo mismo, de cada mil, 35 deciden acabar con la vida de su hijo.
En Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Colombia, la eutanasia está permitida legalmente al igual que en California. En otros países como Suiza o en algunos estados norteamericanos se solapa a través de legislaciones difusas, vacíos legales o leyes que reconocen lo que llaman el ”suicidio asistido”.
Con estos escalofriantes datos y puesto que el lema de esta jornada es ”Mujeres y hombres por la vida en el camino de Santa Teresa de Calcuta”, Francisco quiso recordar las preciosas palabras de la religiosaa favor de la vida humana para lanzar su mensaje ”La vida es belleza, admírala. La vida es vida, defiéndela. Sea la del niño que va a nacer, sea la de la persona que cuya muerte está cercana. Cada vida es sagrada”.
Su Santidad, al terminar el rezo del Ángelus, quiso pedir que ”Recemos juntos por los niños que están en peligro de que el embarazo sea interrumpido, así como de las personas que están al final de la vida, cada vida es sagrada, para que ninguno se quede solo”.
Recemos, tal y como nos pide el Papa, por todas aquellas personas que dudan entre quitarse la vida o seguir adelante, entre morir o vivir, entre dar vida o quitarla, porque en palabras de la Madre Teresa “La vida es sagrada” y debemos defenderla con fuerza.
