El Gobierno del Principado trabaja ya en un proyecto del ley autonómica que, según palabras de la Consejera de Bienestar Social y Vivienda, Paloma Menéndez Prado, “se ha fijado como objetivo fomentar el apoyo a las embarazas con menos recursos económicos”, entre otras cosas.
Para ello, los de Álvarez Cascos se proponen crear una ley asturiana de apoyo a la familia que estará muy centrada en la infancia y la adolescencia y que, entre otras cosas, contempla la concesión de un “cheque-bebé” con un valor máximo de 2.000 euros. Eso sí, no se tratará de una ayuda de carácter universal, como sí lo fue en su día la implantada por el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, sino que el importe a percibir dependerá del nivel de renta familiar.
Una de las principales ideas que subyacen tras esta reforma es conseguir que todas aquellas mujeres que quieran tener un hijo y no puedan continuar su embarazo por motivos económicos puedan vivir plenamente su maternidad. De este modo, y en cierta medida, se frenaría el crecimiento del aborto, mientras que se fomenta la natalidad; algo muy necesario en un país como el nuestro, en constante proceso de envejecimiento.
Los abuelos de la casa también tienen mucho que ganar con este nuevo proyecto, que se propone garantizar la elección de centros para mayores y reducir las listas de espera. Y, en cuanto a las mujeres trabajadoras, el Foro también ha desvelado su intención de incentivar los contratos indefinidos para féminas y crear ayudas para emprendedoras.
La parte negativa de todos estos anuncios es que todavía tendremos que esperar para ver entrar en vigor estas medidas que, según ha dado a conocer la Consejera, aún están en fase de estudio y todavía no cuentan con plazos para su puesta en marcha. Esperemos que las propuestas lleguen a concretarse y que puedan servir de ejemplo de política en materia familiar para otras comunidades.
