Artesanía de la precisión

Manufactura. Esa es la palabra que identifica a un puñado de casas relojeras, esencialmente suizas, que fabrican de forma casi artesanal la maquinaria de sus relojes y que llevan a gala la exactitud de sus calibres mecánicos y la finura de sus engranajes. Sus diseños y acabados son la otra gran baza en la fundan su prestigio y con la que justifican sus precios.

En su mayoría remontan su actividad al siglo XIX, aunque ahonden sus raíces en una gran tradición helvética que proviene de tiempos anteriores. Todas ellas son de origen familiar, aunque en tiempos modernos muchas hayan pasado a pertenecer a grandes consorcios multinacionales. Los altos costes que suponen el prestigio de fabricar en el propio taller todos los componentes y disponer de los experimentados profesionales capaces de ello, así como la necesidad de un dispositivo de ventas para amortizar la inversión, han transformado la industria de la relojería de lujo. Pero el purismo aún cotiza al alza entre los aficionados a estas caras piezas de orfebrería.

Cada una de estas casas apuesta por unos determinados valores que las diferencian de sus rivales. Audemars Piguet por las complicaciones de sus ingenios y su capacidad de innovación, Lange & Söhne por la meticulosidad de sus ajustes y su avanzada tecnología, Jaeger LeCoultre por sus calibres y su búsqueda del equilibrio, Patek Phillipe por su clasicismo,  VacheronConstantin por su estética única o Roger Dubuis, la última en unirse al club de las grandes, por la exclusividad y diseño de sus manufacturas.

Como todo mundo ultraespecializado, el de los relojes suscita apasionados debates, crea adeptos y detractores de cada marca y genera discusión de los conceptos que permiten incluir o expulsar a cada una de ellas del cerrado coto de la alta relojería. Para indagar en la cuestión no se necesita otra cosa que curiosidad por el tema, aunque algunos foros y revistas nos puedan ayudar en la pesquisa. Tampoco es mala idea acercarse a las sedes de las compañías mencionadas, y otras que habremos injustamente omitido, pues casi todas cuentan con interesantes museos. Ahora bien, si lo que realmente se desea es hacerse con uno de sus relojes para comprobar de primera mano sus excelencias, lo mejor será ir preparando la cartera.

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