Cuando se tiene un animal de compañía, en la mayoría de los casos, termina por convertirse en un miembro más de familia y como tal hay que tratarle. Llega la temporada estival, los periodos vacacionales se alargan y, si bien todos los veranos tenemos noticias sobre algún desalmado que ha abandonado a su mascota, la mayoría de quienes las tienen se las apañan para dejarlas al cuidado de alguien mientras viajan, o bien para viajar con ellas, como auténticos miembros de la familia que son.
En estos últimos casos, la movilidad no siempre resulta sencilla: exigencias sanitarias, trámites administrativos, normativas sobre jaulas… Existen muchas normas orientadas a garantizar la salud pública y el bienestar de todos los que se mueven en transporte público.
Las últimas votaciones de la Eurocámara en este sentido -que, desde que se publiquen en el Boletín Oficial de la UE, tendrán que aplicarse en la eurozona en un máximo de 18 meses- comportan ciertos cambios. En primer lugar, los pasaportes de los “animales viajeros” deben ser expedidos por una autoridad veterinaria, incluir el identificador electrónico del animal; así como todos los detalles referentes a las vacunas de los mismos, especialmente sobre la antirrábica.
Otro cambio importante implica que, desde que se comience a aplicar la Ley, se limitará el número de animales por viajero, cifrándose en un total de cinco. En el caso de que se quiera trasladar más, habrá que justificar la causa, de tal modo que, en ningún caso la movilidad de los animales pueda ser usada como vía comercial ilegal.
Esta legislación, que se salió adelante el pasado mayo, sin duda será de mucha ayuda para garantizar el bienestar de todos los viajeros con mascotas que, curiosamente, son más de los que parece; en la Unión Europea uno de cada cuatro hogares tiene al menos una mascota.