Cuando éramos unos niños e incluso adolescentes, muchos de nosotros no habíamos visto en nuestra vida una nevera y sin embargo nuestras madres sabían buscar la manera de conservar la comida.
Seguro que muchos de nosotros aún recordamos esos sabores de antaño que eran más puros, más naturales… eso, en gran parte, se debe a que muchos se conservaban sin frío, con sus propiedades y su textura intactos.
Por eso, es importante tener claro que no todos los alimentos se deben guardar en el frigorífico y, sin embargo, muchas veces, de forma equivocada, lo hacemos porque pensamos que allí conservarán mejor sus propiedades. En este artículo te contamos algunos alimentos que es mejor conservar a temperatura ambiente para sacarles a todos el máximo provecho…
- Frutas como los plátanos, los kiwis, las piñas, las sandías o los melones paralizan su proceso de maduración con el frío de la nevera y pierden gran parte de su sabor, por eso lo ideal es tratar de conservarlos a temperatura ambiente y una vez empezados cubrirlos bien con papel film y dejarlo en el frigorífico pero el menor tiempo posible para que así no pierdan sus propiedades antioxidantes.
- Los tomates son otra fruta que es mejor conservar sin frío ya que éste empeora su calidad y su sabor y en caso de tener que utilizar el frigorífico lo recomendable es sacarlos unas horas antes de ingerirlos ya que la temperatura un poco más alta mejora su textura y su sabor.
- Las patatas, cebollas o ajos es mejor conservarlos en un lugar seco y oscuro, ya que en la nevera tienden a generar brotes. Lo ideal, además, es que pueda darles el aire y no dejarlos nunca dentro de una bolsa de plástico pues se pondría malo enseguida. Al igual que la fruta anterior, sólo debemos meterlos en la nevera una vez que los hayamos troceado para algo, en este caso, los pondremos en un recipiente cubierto con papel film y lo conservaremos en frío.
- El chocolate solo debe guardarse en la nevera en verano o cuando va a estar expuesto a altas temperaturas, o si es con leche, si no es así, lo recomendable es que esté en cualquier sitio sin refrigeración ya que el frío altera su calidad y lo blanquea.
- Con la miel pasa lo mismo, el frío no la favorece nada, sino que la cristaliza, por eso, es mejor que la dejemos en un lugar seco y en un bote bien cerrado, de esta manera su PH y el azúcar que contiene la mantienen en perfecto estado.
- El aceite de oliva con el frío coge una textura parecida a la mantequilla. Además, no tiene ningún sentido guardarlo en la nevera, lo óptimo es que esté en un lugar seco y si es posible oscuro para que sus propiedades se mantengan intactas.