Hasta la llegada de Amy Sacco, la reina de la noche neoyorquina, al mundo de las aerolíneas, éste nunca había sido tan exclusivo, elitista y ‘fashion’ a la vez. Ahora, las estrellas de Hollywood y los pesos pesados de la industria cinematográfica no se conforman con restaurantes de lujo o discotecas de ensueño, sino que prefieren volar en las líneas Air Bungalow.
Bungalow 8 es una de las discos más “chic” de la Gran Manzana, de la que es dueña y señora Sacco, y desde hace un año, tiene su réplica en el cielo. La idea surgió durante la gala de los Oscar 2005 y cuajó gracias a la colaboración de la compañía aérea V1 Jets. En su viaje inaugural, Amy Sacco y un privilegiado grupo de amigos volaron “entre nubes de algodón” a los premios que concede la cadena musical MTV, en Miami.
A diferencia de otros jets privados, Bungalow 8 tiene todos los detalles al gusto de su creadora. El “toque Sacco” va desde el catering, que pertenece a Cipriani, el entretenimiento tecnológico, que corre a cargo de Sonycierge: auriculares insonorizados ante ruidos externos, PSP’s o iPods programados de acuerdo a la ‘play list’ de Amy, entre sus elecciones destaca la Edición Especial Karl Lagerfeld, para hacer compras durante el viaje. Para Amy, la clave de su triunfo reside en el lujo y el confort, y eso es lo que buscan aquellos que solicitan un vuelo a través de Air Bungalow. Para acceder al universo Air Bungalow es necesario hacerlo por teléfono o registrándose en la página web www.v1jets.com.
Sin embargo, todo esto no es más que el equipamiento del avión, el kit de cortesía, con el que se recibe a cada uno de los exclusivos viajeros incluye suéteres de cachemir de J. Crew, cosméticos de Chanel, zapatillas de Henri Bendel, lencería Elle McPherson o productos de L’Artisan Parfumeur, que se actualiza de acuerdo con las nuevas tendencias que sean del agrado de Amy. Como broche de oro: una lista de sitios obligados en Nueva York, Miami y Los Ángeles, los tres destinos en los que, de momento, opera Air Bungalow.