A grandes males… buenos remedios

En cada familia existen unos trucos caseros, algunos más extraños que otros, que remedian fácilmente lo que todos los avances no han conseguido aún. Para las manchas, los olores, los colores, en la cocina, en el baño, en el jardín,… cuando la desesperación se hace dueño de nosotros ante un problema doméstico, aparentemente “sin solución”, uno de estos útiles consejos nos suele “salvar la vida”.

La cocina: el reino de los olores. No todos los aromas que desprende nuestra cocina son igual de agradables, por eso, sobre el universo de los olores existen un sin fin de trucos útiles. De entre todos los rincones, quizá el más propenso a “deleitar nuestro olfato” es la nevera, el remedio más eficaz: un plato de postre con café molido.

El pescado, el chorizo o una buena torta del casar pasan a convertirse en parte de nuestro olor corporal cada vez que se prepara algún plato con ellos. Pero quizá el caso más llamativo en cuanto a “indeseados” perfumes personales es el del ajo, ¿cómo evitarlo?: lavarse las manos después de cortarlo frotando un cuchillo.

La cebolla, verdura cruel donde las haya, no debe volver a hacer llorar nunca más: cortándola por la mitad y dejándola unos segundos bajo el grifo, está vencida. Sin embargo, su fuerte olor puede ser muy útil cuando se sufren ataques continuos de tos. Aunque sea desagradable, en estos casos resulta muy eficaz dormir con una cebolla cortada en dos y con clavos (especie) en la habitación.

Fuera de la cocina, el olor que más suele molestar es el del tabaco. Para hacer que desparezca: una vela cerca del fumador, no hace falta que sea aromática una vela corriente también funciona.

La batalla contra las manchas no está perdida. Cuando una prenda de color destiñe en la lavadora, a pesar de haberla programado con agua fría, y acaba manchando el resto de la ropa, también hay solución. En esta situación se pueden dejar las prendas teñidas toda una noche reposando en agua de haber hervido huevos.

Las manchas en la ropa no son las únicas que preocupan. ¿Qué pasa con el color de nuestros dientes? El tabaco, el café, el paso del tiempo estropean el color blanco de nuestra dentadura, por ello para recuperarlo, en la medida de lo posible, hay que lavarse los dientes dos veces a la semana con zumos de limón y enjuagarlos con agua y un chorrito de agua oxigenada.

Éstos son sólo algunos ejemplos de esos trucos que hacen más fáciles las tareas domésticas. Próximamente conoceremos algunos “secretos” para tener el jardín y las plantas siempre verdes y sanas.

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