A medida que cumplimos años, perdemos reflejos y al volante toda precaución es poca, por eso, aunque a los ancianos no nos retiren el carnet de conducir solo por el hecho de serlo, debemos tener más cuidado al volante y seguir al pie de la letra estos consejos:
- Aumentar la atención visual y auditiva. Realizarnos revisiones con frecuencia para asegurarnos de que todo está en orden.
- Acudir en su tiempo a los reconocimientos psicofísicos para renovar el permiso de conducir.
- Tener cuidado con la medicación y sus efectos secundarios. Consultar con el médico si nuestro tratamiento es compatible con la conducción.
- Procurar no conducir de noche ni a horas extremas del día como el amanecer o el anochecer ya que se ve peor y aumentamos el riesgo de tener un accidente.
- Descansar cada hora y media y en la medida de lo posible realizar trayectos de corta duración.
- Utilizar, siempre que se pueda, coches con dirección asistida, cambio de marchas automático, pedales de gran superficie y retrovisores grandes. Los vehículos modernos son siempre más seguros.
- Es mejor no comenzar un viaje después de una comida copiosa, ya que nos dará el sueño en seguida.
- Si tenemos sueño al volante, es mejor no apurar para llegar cuando antes. Hay que parar a dormir o en su defecto a estirar las piernas, que nos dé el aire y tomarnos un café que nos espabile.
- No perder de vista la carretera ni un momento. En el coche toda precaución es poca y un despiste puede provocar consecuencias irreparables.