Hace pocos días hablamos de lo importante que es proteger nuestra piel de los rayos del sol. Hoy queremos hacer una mención especial a los ojos, que a veces nos olvidamos de ellos y de lo importante que es cuidarlos.
En verano, este cuidado cobra especial importancia ya que la sobreexposición al astro rey puede provocar quemaduras de cornea, crecimiento de tejido que bloquea nuestra visión, desarrollo de cataratas y degeneración macular e, incluso, cáncer de piel en los párpados.
La única manera de proteger nuestros ojos es utilizando unas gafas de sol adecuadas. Te contamos las ventajas de utilizar unas buenas:
- Nos protegen de los rayos UV: para ello, debemos utilizar gafas de sol homologadas y con garantías de calidad que nos protejan al menos un 95% de los rayos ultravioletas. Lo recomendable es que las utilicemos durante todo el año, en las horas del día aunque esté nublado, no solo en verano.
- Mantienen nuestros ojos sanos: no es recomendable comprar las gafas únicamente por el diseño o por el precio. Estar guapos es importante y ahorrar dinero también pero que nuestros ojos estén sanos lo es más.
- Evitan daños en nuestros párpados y en el interior del ojo: elegir unas gafas apropiadas, que nos cubran completamente el párpado. Cuanto más nos tapen, mejor, y en su defecto, ponernos, además una gorra con visera o un sombrero, para que el sol no entre por la parte de arriba de las gafas.
- Los cristales nos ayudan a ver mejor: el color del cristal de las gafas influye. Los mejores son gris neutral, ámbar, marrón y verde. Lo ideal es que el tinte de la lente bloquee hasta el 85% de la luz transmisible, pero no más, ya que nos costaría ver con ellas.
- Son muy útiles a la hora de conducir: Unas buenas gafas de sol nos ofrecen mayor seguridad al volante, aumentan la visión, el contraste, la concentración y nos permite reaccionar con más rapidez a los imprevistos de la carretera.
- Las gafas nos protegen del viento y en gran medida de las alergias: por lo que nuestros ojos están a salvo si las llevamos puestas en todas las épocas del año.
- Ayudan contra la sequedad ocular que aumenta con el calor del verano y los aires acondicionados. Gracias a las gafas podemos mantener la humedad de los ojos.
- Las gafas de sol no sólo son importantes para los adultos, los niños son mucho más sensibles a los efectos de los rayos UV. De hecho, una gran parte de la radiación UV que acumularemos a lo largo de nuestra vida la hemos recibido durante nuestra infancia.
