6 claves para tratar bien a las personas mayores

El cariño y el respeto son la base de una buena comunicación, independientemente de la edad que se tenga, pero lo cierto es que con las personas mayores debemos prestar mayor atención a esto.

A todos nos gusta que nos hablen con educación, que nos valoren y que nos traten bien. Los mayores son un colectivo que históricamente ha aportado mucho a la sociedad y que no está de más que ahora, en la edad adulta, se tenga especial cuidado con ellos.

Estas son algunas normas básicas para tratar correctamente a las personas mayores:

  1. Hablarles con respeto: hacer uso del ”usted” o por lo menos, preguntarles primero cómo prefieren que nos refiramos a ellos. El trato de usted, por sí mismo, implica respeto igual que el de ”señor” o ”señora”, son palabras de cortesía y nunca está de más utilizarlas con un anciano. Otras, como ”por favor”, ”perdón” o ”gracias” también refuerzan el buen trato hacia alguien a quien tenemos respeto. Lo cierto, es que deberíamos utilizarlas con cualquiera, pero en el caso de los mayores, no deberíamos dudarlo.
  2. Ayudarles en lo que podamos: los mayores llevan toda la vida ayudando a los demás y ya es hora de que se les mime como corresponde. No solo hay que hacer buenas acciones con las personas que conocemos, sino también con gente con la que nos vamos cruzando en la vida. Ofrecer a un anciano el asiento en el metro o autobús, llevarle las bolsas de la compra, abrirles la puerta para que pasen sin dificultad, resolverle una duda, etc. son acciones que no nos suponen un gran esfuerzo y, sin embargo, son gestos maravillosos que pueden alegrarle el día.
  3. Tener mucha paciencia: ser mayor no es ser tonto ni mucho menos, pero hay ciertas actividades que cuestan más según con qué edad. Los mayores suelen tener dificultad a la hora de caminar rápido, de ser ágiles con determinadas cosas o con la tecnología ¡y es normal! Los años también hacen que bajemos un poco el ritmo y en lo que se refiere a lo tecnológico hay que tener en cuenta que los niños de ahora no es que sean más listos, sino que nacen con un Smartphone o una tablet debajo del brazo, mientras de los adultos mayores tienen que adaptarse poco a poco a ellas.
  4. Dejarles que se sientan útiles: ser mayor no es sinónimo de inutilidad, todo lo contrario. En los momentos difíciles es cuando los mayores dan más el callo y si no, sólo hay que ver quiénes han sido el sustento de los hogares con la crisis. Los jubilados han apoyado a las familias en el cuidado de los más pequeños, han dado parte de sus pensiones si no entera para que a los suyos no les faltase de nada, cocinan, conducen, viajan, vana  museos, cines y teatros… y en definitiva, son capaces de casi todo lo que se propongan.
  5. Fomentar su aprendizaje: nunca dejamos de aprender y nunca es demasiado tarde para aprender algo, da igual la edad que tengamos, lo importante es el interés que pongamos y las ganas por descubrir cosas nuevas.
  6. Evitar el aislamiento: salir a la calle, viajar, acudir a centros de personas mayores, quedar con los amigos, visitar a la familia, convocar a hijos y nietos a comer los domingos en casa, ¡da igual! Lo importante es estar en contacto con los demás, hablar con la gente, tener un día a día en el que comunicarse con otros, querer y ser querido, celebrar los cumpleaños, acudir a bodas y bautizos, sociabilizar.

Foto: Google Imágenes

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