Los mayores y la brecha digital: algunos consejos para perder el miedo a la tecnología

Cada vez somos más los mayores que utilizamos Internet de forma habitual. Y aunque es cierto que en muchos casos empezamos con cierta dificultad, poco a poco y gracias a los dispositivos inteligentes vamos superando las barreras y adaptándonos a un mundo en el que todo se mueve a través de la tecnología.

El hecho de estar conectados con nuestros hijos y nietos y la idea de comunicarlos con ellos no solo a través de llamadas sino también mediante la mensajería instantánea o vídeo llamadas hace que nos esforcemos mucho más a la hora de aprender a utilizar nuestro Smartphone o tableta.

Es evidente que a los mayores nos cuesta más y que hay conceptos tecnológicos que se escapan de nuestro entendimiento, pero para eso están los pequeños de la casa, ellos son los denominados nativos digitales y no se les escapa una app nueva, un teléfono de última generación o el último software disponible para instalar en el dispositivo, términos que en ocasiones a nosotros nos suenan a chino, pero que con su ayuda podemos llegar a entender e incluso a sacarles partido.

Tener un Smartphone nos facilita las cosas, que nuestros nietos nos enseñen a utilizarlo mejora mucho el tema, pero que además podamos acceder gracias a él a todo lo que nos interesa (el fútbol, el tiempo, la bolsa, la moda, las plantas, los animales, la arquitectura, la prensa del corazón, etc.) hace que, además, podamos beneficiarnos de él mucho más. Siempre es más sencillo aprender algo que nos resulta interesante, que algo que no nos interesa para nada.

A veces, sucede que los Smartphone vienen cargados con multitud de aplicaciones que aunque son muy útiles, lo único que hacen es complicarnos el uso del propio teléfono, por eso, lo recomendable es que al principio dejemos instalado sólo aquello que vayamos a utilizar, y más adelante, cuando nos hayamos habituado a su uso, ya tendremos tiempo de instalarlas de nuevo y utilizarlas. Ir poco a poco ayuda mucho a entenderlo todo mientras que tratar de dominarlo desde el primer momento, es una tarea imposible y más que desaconsejable.

Tener paciencia y no desesperarse porque no entendemos las cosas a la primera es imprescindible. Está claro que nadie nace sabiendo y que tendremos que equivocarnos muchas veces para poder aprender. Lo importante es perder el miedo y pensar que lo peor que nos puede pasar es que llamemos a alguien sin querer o hagamos una foto mal, pero todo tiene solución.

Lo que sí hay que tener claro es que no debemos caer en las estafas, ya que en la red hay muchos timos y nosotros, los mayores, como novatos somos un blanco claro de los ladrones. Lo básico para que no nos engañen es no hacer caso de desconocidos que contacten con nosotros mediante una llamada, un mensaje, un mail, etc., no descargar archivos dudosos, no dar nuestras contraseñas a nadie y mucho menos nuestro número de cuenta del banco y, en caso de efectuar compras on line, hacerlo en páginas seguras, que suelen comenzar por ”https”. Esto merece un capítulo a parte y hemos hablado de ello en otras ocasiones, por lo que os dejamos este enlace al artículo ”Ojo a los timos en Internet” por si puede interesaros.

Foto: Google Imágenes

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