Los antioxidantes, que se encuentran en grandes cantidades en la uva y, por tanto, en el vino, tienen la capacidad de neutralizar los radicales libres, causantes de que se produzca la oxidación de las células de la piel y de su envejecimiento. Estas propiedades ‘antienvejecimiento’ del vino son las que son las que, fundamentalmente, se utilizan en la vinoterapia.
La vinoterapia, como se ha denominado a las técnicas de belleza que se valen del vino para el cuidado y mejora del aspecto de la piel, ha irrumpido con fuerza en los centros de terapia, balnearios, termas y centros de salud que apuestan por los tratamientos naturales. Tanto es así, que en algunas de las regiones con más tradición vinícola en España se están creando, junto a las bodegas, centros con terapias con denominación de origen La Rioja, Ribera del Duero, Savignon o variedad Lambrusco.
En estos tratamientos, además, aprovechan que el vino también es rico en polifenoles, procianidoles y antocianosidos. Lo que permite que esta terapia natural sea recomendable para rejuvenecer, tonificar y reafirmar la piel, suavizar las arrugas, hacer desaparecer manchas y otras imperfecciones que pudieran aparecer, y activar la circulación. Las sesiones de vinoterapia suelen consistir en baños totales de vino, baños de vino con aguas termales, peelings con vino y masajes.
Por sus beneficios y novedad, la vinoterapia se incluye entre los principales atractivos del enoturismo por la geografía española, por ello, se han incluido en el programa Rutas del vino en España, de la Asociación Española de Ciudades del Vino.
