Un libro y una rosa

Desde hace innumerables décadas, surge en Cataluña el Día del Libro, aprobado por el rey Alfonso XIII en el año 1930 e instaurado el 23 de abril haciéndolo coincidir con la festividad de Sant Jordi, día en el que, por cierto, amigos y enamorados intercambian una rosa y un libro, y fecha que años más tarde, en 1995, la UNESCO aprobaría para celebrar el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor, al coincidir con la muerte de dos de los más ilustres literatos internacionales: Miguel de Cervantes y Willian Shakespeare.

Miles de ciudades del mundo organizan hoy diferentes actividades y encuentros culturales para destacar la figura del libro y quién lo escribe.

En Barcelona cientos de libreros y floristas envuelven la Rambla y nos invitan a sumergirnos en el mundo de la lectura, pero hay que destacar una iniciativa que se pone en marcha por 18ª vez y que lleva el nombre de “Rosas contra el Olvido” con el objetivo de que todas las personas mayores que sufren soledad reciban en el día de Sant Jordi una rosa o un libro. Para ello, se pondrán a la venta 18 mil rosas solidarias a un precio de 3`5 euros en más de 200 puntos para recaudar fondos contra la soledad de los mayores. Una preciosa iniciativa que debería copiarse en más ciudades de nuestra geografía.

En Granada ha surgido también una idea para fomentar la lectura y el intercambio de libros, sobre todo entre los más pequeños, que consiste en dejar un libro que ya hayamos leído en un parque, de este modo cualquier persona podrá leerlo e incluso dejar otro para que no se rompa la cadena.

Madrid un año más repite La noche de los Libros cuyo lema es “¿Me regalas un libro? Te regalo un libro” con más de 600 actividades en cientos de bibliotecas, espacios culturales, museos como el de Cervantes o el de Lope de Vega, librerías, etc.

Diferentes alternativas para celebrar el día grande de la cultura, algunas apuestas más solidaria y otras más animadas, pero todas con un mismo fin: invitar a la gente a leer, a comprar libros y a compartirlos, y es que ya lo dijo Cicerón “Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma”

Comentarios

Deja un comentario