Un freno para el Alzheimer

La investigación del Alzheimer es uno de esos casos en los que el trabajo y el empeño de muchos está logrando que lo que era una utopía comience a ser una realidad. Hoy por hoy es difícil calcular el número de estudios, investigaciones y proyectos dedicados al Alzheimer. Unos se centran en averiguar sus causas, otros pretender averiguar el modo de poder hacer un diagnóstico lo más precoz posible, otros se centran en intentar buscar una cura, pasando de momento por una primera fase que es la de ponerle freno. De momento parece que son los dos últimos puntos los que van tomando la delantera. Ejemplo de ello es Araclon Biotec, empresa española dedicada a la investigación y desarrollo de terapias y métodos de diagnóstico de enfermedades degenerativas, en la actualidad concentra sus esfuerzos en la enfermedad de Alzheimer, contando con tres proyectos: uno dedicado al diagnóstico (ya cuenta con un kit de detección de beta amiloide 40 y 42 en sangre patentado), otro con el que se intenta conseguir la predicción de la enfermedad de Alzheimer en individuos totalmente asintomáticos y un tercero centrado en la terapia, basado en inmunoterapia, en el que precisamente en las últimas semanas se ha anunciado un paso adelante prometedor, ya que tienen previsto que a finales de este año se inicien ya los ensayos en humanos (fase I) de lavacuna que están experimentando.

Está previsto que estas pruebas se realicen en Austria con un total de  24 pacientes que se encuentran en un estadío leve o moderado de la enfermedad. Para llevar a cabo esta nueva fase, se contará con la colaboración de una compañía experta en la monitorización de ensayos clínicos de fase I y bajo la supervisión del equipo científico de Araclon Biotec. Este nuevo paso es posible tras haber finalizado la preclínica regulatoria sin que la vacuna haya mostrado ningún efecto tóxico en animales, incluso en dosis mucho más altas que las que se administraran a los pacientes. Con estas nuevas pruebas se pretende certificar que la vacuna es segura y no provoca toxicidad en el ser humano. En este sentido, la compañía espera los primeros resultados de seguridad en aproximadamente un año.

Según ha explicado a Europa Press la directora general de Araclon Biotec, Pilar de la Huerta, esta “es una vacuna terapéutica activa, es decir, que no previene la enfermedad pero sí la frena e impide que progrese”. Su acción, señala De la Huerta, “se basa en la inoculación subcutánea de un antígeno que produce una respuesta en el sistema inmunológico para eliminar el exceso de beta amiloide que producen las personas con Alzheimer”. En definitiva, “evita que esta proteína se deposite en el cerebro y forme placas que provocan lesiones y deterioran la función cognitiva”; “el objetivo de la vacuna no es eliminar esas placas, como buscan muchos fármacos, sino evitar que se formen más, ya que estas placas están adheridas a vasos sanguíneos que pueden romperse si se diluyen, provocando lesiones graves en el paciente”.

Una vez que se supere esta primera fase se deberá pasar a la Fase II en la que el objetivo será seguir demostrando la no toxicidad de la vacuna y demostrar los primeros síntomas de eficacia, pero eso, según los expertos, será en el 2012.

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