Últimas obras del pelirrojo de Arlés

Hasta mediados de septiembre el Museo Thyssen-Bornemisza acoge una exposición dedicada en exclusiva a las obras que Vincent Van Gogh pintó en los dos últimos meses de vida.

Trescientos sesenta y cinco días de tormento en el manicomio Saint-Rémy, mayo de 1890, después de años de locura artística, preámbulo del fin de una vida y el principio de un mito de la pintura: Vincent Van Gohg. El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid recoge en exposición desde el 12 de junio hasta el próximo mes de septiembre las obras que Van Gogh realizó durante sus últimos días, en Auvers.Para esta muestra se han reunido hasta treinta obras (veintisiete pinturas y tres dibujos) procedentes de museos y colecciones privadas de todo el mundo. Además, se han incluido seis cuadros de los tres grandes precursores de Van Gogh, que habían pintado en Auvers antes que él y que influyeron en sus pinturas de esta última época: Daubigny, Pissarro y Cézanne.

El denominado periodo de Auvers, setenta días antes de que se quitara la vida con un tiro de revolver, es, paradójicamente, uno de los más productivos del pintor, ya que en esos tormentosos días pintó sesenta y dos obras, treinta y tres dibujos y un grabado. Además, en éstas pinturas aparecen nuevos elementos que las hacen diferenciarse del resto de su obra debido a la ejecución pictórica impulsiva y al ritmo frenético al que pintaba.

Van Gohg llegó a Auvers, pequeño pueblo de granjeros y agricultores en busca de la tranquilidad que París nunca le dio, como ya hicieran algunos de sus percusores. Por ello, y a pesar del trazado a veces rabioso, a veces sereno de estas últimas obras, en ellas encontramos paisajes campestres, de trigo y ganado que, sin embargo, no lograron salvarle de su martirio.

Más información: http://www.museothyssen.org

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