Truffaut, una vida para el cine

Periodista, crítico, actor, guionista, director,… Hubiera cumplido 75 años el pasado martes 6 de febrero. François Truffaut pertenece a esa generación de jóvenes franceses que decidieron cambiar el cine que conocían.

Con una complicada vida familiar, de la que se evadía en las salas de cine y una adolescencia marcada por la delincuencia, Truffaut comienza a trabajar en 1950 de periodista. Posteriormente, como crítico en la revista cinematográfica del momento Cahiers du cinéma. A partir de ese momento se iniciará en su carrera en el séptimo arte siendo, además, uno de los promotores de una nueva línea cinematográfica en Francia.

Su primer largometraje será Los cuatrocientos golpes (1958), que tendrá un éxito espectacular, y servirá, junto con la película Hiroshima mon amour (1959) de Alain Resains, de carta de presentación al mundo del movimiento de la Nouvelle vague. Esta corriente se caracterizó por el uso de formatos no profesionales de cámaras, la aplicación de innovaciones técnicas que permitieron grabar sin iluminación artificial, en localizaciones naturales,…

Sin embargo cada uno tenía su estilo, el de Truffaut se vio marcado por la influencia de diferentes personajes como Balzac, Bazin -su mentor en Cahieurs du Cinéma-, Cocteau, Rossellini, Renoir, Roché, Ophuls, Sartre, y, por supuesto, Hitchcock, a quien dedicó un libro. Asimismo, en sus películas se nota su pasión por el cine como arte y forma de vivir. De hecho, su musa cinematográfica y segunda esposa junto a la que pasó sus últimos días fue la actriz Fanny Ardant.

Además de dirigir, Truffaut también escribió el guión de la mayor parte de sus películas, y apareció en algunos films como actor. Entre sus más de veinte obras destacan Jules et Jim (1961), Fahrenheit 451 (1966), El pequeño salvaje (1969), La noche americana (1973) – por la que ganó el Oscar a la mejor película extranjera- ó La habitación verde (1977).

Su desaparición en 1984 dejó a muchos cinéfilos huérfanos y sin poder disfrutar de nuevas historias desde los ojos de Truffaut.

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