No es extraño ni una casualidad que las personas de mayor edad se quejen de insomnio. Un grupo de expertos de la Universidad de Surrey (Reino Unido) ha llegado a la conclusión de que, las personas de edad avanzada pueden necesitar menos horas de sueño, sin que ello signifique que padezcan trastorno o patología alguna y sin que este menor número de horas de sueño les provoque un estado de mayor somnolencia durante el día que a individuos más jóvenes. De hecho, según el estudio realizado por estos investigadores y publicado en la revista Sleep, el envejecimiento saludable parece estar asociado con reducciones en la duración del sueño y en la profundidad requerida para mantener el nivel de alerta durante el día.
Con esta investigación, en la que se han estudiado las pautas de sueño de de 110 adultos sanos de distintas edades, se ha podido constatar que durante una noche de 8 horas en cama, el tiempo de sueño total se reducía significativa y progresivamente con la edad, de forma que los sujetos mayores dormían alrededor de 20 minutos menos que los de mediana edad, que a su vez dormían 23 minutos menos que los adultos jóvenes. Igualmente se ha podido comprobar que a mayor edad aumenta el número de despertares y el tiempo en el que se permanece despierto después del inicio del sueño, mientras que el tiempo de sueño profundo de ondas lentas disminuye en todos los grupos de edad. Sin embargo, y a pesar de estas reducciones del tiempo de sueño, intensidad y continuidad, los mayores se mostraron menos propensos al sueño que los adultos más jóvenes.
Estas conclusiones tiene implicaciones sobre el tratamiento del insomnio en mayores, que podrían no están advertidos de su menor necesidad de sueño. En cualquier caso, los autores han explicado que aún han de establecerse las causas de las reducciones asociadas a la edad en el sueño de ondas lentas, aunque por ahora consideran que entre los factores determinantes se podrían incluir alteraciones en las hormonas reproductivas o cambios en el cerebro.
