Tecnofobia

Aunque cada vez son más los mayores en descubrir las miles de ventajas que la tecnología puede ofrecerles, lo cierto es que todavía son muchos quienes las miran con reticencia y no terminan de lanzarse al ruedo. ¿Por qué? La respuesta es mucho más sencilla de lo que podría esperarse: la mayoría de ellos tiene miedo a romper el dispositivo que se encuentra en sus manos. El temor a usar mal tabletas, smartphones u ordenadores hace que miles de mayores no se atrevan ni a tocarlos. Por eso, la familia -especialmente los nietos- juega un papel fundamental a la hora de que aprendan a usarlos. Explicarles las cosas con paciencia y sencillez, hacerles ver que son capaces y enseñarles con cariño son las claves para que terminen de lanzarse.

Todos estos consejos se desprenden del análisis sobre esta materia que ha realizado recientemente la investigadora del instituto IN3 de la UOC, Mireia Fernández-Ardèvol. Los incentivos, según reza su estudio, son también de vital importancia; cuando los mayores encuentran la verdadera utilidad de los dispositivos tienden a perder el miedo a usarlos. Comunicarse con la familia que está lejos o el hecho de que un nieto se vaya a vivir fuera del país, aunque sólo sea una temporada, puede convertirse en el punto de partida para llegar a ser un abuelo tecnológico convencido.

La motivación y tener a alguien cercano a quien preguntar sin tapujos son, por tanto, cuestiones esenciales a la hora de perder el miedo a la tecnología. Alejar temores absurdos y dejarse ayudar con sencillez suele funcionar. Aunque muchos mayores padezcan en mayor o menor medida cierta animadversión hacia las nuevas tecnologías, hay que tener en cuenta que, en principio, tan sólo se trata de un infundado miedo a lo desconocido; pero lo cierto es que la afección conocida como “tecnofobia” es en realidad mucho más seria y afecta a personas de todos los rangos de edad, que se sienten realmente incapaces de acceder a cualquier dispositivo tecnológico.

Sea como fuere, los expertos aconsejan tomarse la tecnología como un juego y, sobre todo, centrarse en los miles de aspectos beneficios que nos puede reportar.

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