Se busca presentador senior

Todo estalló hace unos meses, cuando la cadena británica BBC decidió prescindir de los servicios como jurado del programa Strictly Come Dancing, la versión británica del Mira quien baila, de la veterana periodista Arlene Phillips, de 66 años, y sustituirla por Alexa Dixon, de treinta. Más de cinco mil espectadores hicieron llegar sus quejas a la televisión pública acusándola de discriminar por edad a cambio de conseguir más audiencia con la juventud como reclamo.

Ésta no era la primera vez que sucedía. Hace dos años Moira Stuart, de entonces 58 años, fue retirada de los boletines informativos del domingo por la mañana en el primer canal de la BBC, BBC1. El caso de Phillips ha sido la gota que ha colmado el vaso y la petición de la audiencia a que prevalezca el criterio de la calidad y profesionalidad de sus veteranas presentadoras ha hecho mella en la política de la BBC que, frente a las acusaciones de estar escondiendo o jubilando a sus presentadoras de más edad, sustituyéndolas por profesionales más jóvenes y atractivas, ha anunciado que promoverá entre su plantilla a algunas veteranas y, en concreto, situará frente a las cámaras de uno de sus principales telediarios a una mujer de más de cincuenta años.

La BBC no es la única que ha hecho este tipo de recortes y cambios en su plantilla. También en Reino Unido, la cadena Channel Five ha tenido que hacer frente a la demanda por discriminación por edad interpuesta por una de sus trabajadoras, Selina Cott, de 57 años. Aquí en España, ya es historia el recorte de plantilla que ha llevado a cabo la televisión estatal, TVE, prejubilando a todos los trabajadores mayores de 50 años deshaciéndose de algunos de sus mejores e históricos profesionales.

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