Si todavía no has visitado el Museo Nacional de Arte de Cataluña, sin duda, este es uno de los mejores momentos para hacerlo. Situado en plena Ciudad Condal, este centro de arte tiene unas maravillosas colecciones, entre las que destacan las salas dedicadas al Arte Románico. Recientemente, gracias al patrocinio de la FUNDACIÓN MAPFRE, se ha llevado a cabo una minuciosa restauración de las obras y los espacios dedicados al periodo artístico mencionado.
La actualización ha tenido lugar teniendo en cuenta el discurso museográfico, basado en la racionalización del orden y la selección de las obras, así como los aspectos vinculados a su presentación y conservación. De este modo, tras un largo proceso de intervención y de estudio, nos encontramos con importantes novedades que afectan, principalmente, a la iluminación de las obras, a su puesta en escena y a sus sistemas de conservación preventiva. Un gran cambio que facilita la visita y la apreciación de las piezas, consiguiendo que el espectador contemple con mayor detalle las obras, mientras profundiza de una manera más directa sobre el contexto histórico de las mismas.
Se trata de una visita obligada, por tanto, y más si tenemos en cuenta que este museo atesora nada más y nada menos que el conjunto de pintura mural románica más importante de mundo; formado por conjuntos pictóricos tan relevantes como el de San Clemente de Taüll, Santa María de Taüll, San Juan de Boí, Sorpe, Cardona o Sijena. Como novedad se expone, además, por primera vez y de manera permanente, un conjunto de tejidos coptos.
En torno a esta restauración, está previsto que este otoño, el MNAC y los Amics del MNAC organicen una mesa redonda y un ciclo de conferencias que se celebrarán en el auditorio del Museo y en las salas de arte Románico. Vale la pena mantenerse informado al respecto, ya que estas actividades nos brindarán la oportunidad de conocer a fondo el proceso de restauración, así como de descubrir la trascendencia de algunas de las piezas más significativas que atesora el museo.
