Rediseñando la zona cero

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 golpearon al mundo en el corazón de su capital, Nueva York. La conocida como zona cero continúa siendo reconstruida, mientras se ha convertido en lugar de peregrinaje para los millones de visitantes que esta ciudad tiene cada año, teniendo siempre presente la memoria de las víctimas de los atentados, se están levantando tres torres nuevas en el epicentro de la tragedia, justo donde se erigían las Torres Gemelas, que cambiarán el skyline de Manhattan para 2013.

Pero estos días está, especialmente, de actualidad la exposición Santiago Calatrava: World Trade Center Transportation Hub, en la sede de Nueva York del Instituto Español Reina Sofía, en la que se muestra una enorme maqueta de la futura estación de Metro de la zona encargada al arquitecto español. En esta exposición, que se podrá visitar hasta el 31 de agosto, se pueden ver, además, los primeros bocetos del arquitecto para este proyecto dibujados en junio de 2003, antes de realizarse el concurso de adjudicación de la obra, así como maquetas e imágenes de otras obras suyas en Estados Unidos.

Las reacciones al proyecto de Calatrava no se han hecho esperar y The New York Times se ha apresurado a definir al arquitecto como “alguien borracho de ego, un artista/ingeniero que busca más la huella personal que el beneficio ciudadano. Consideran que Calatrava es “incapaz de superar el fatal error del proyecto: la incongruencia entre la extravagancia de la arquitectura y el limitado propósito al que sirve”. Si bien reconocen que la otra gran obra de Calatrava en Nueva York, Grand Central Station, aunaba la belleza con la utilidad, éste, que ha triplicado su presupuesto inicial, resulta “descorazonador”.

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