Los aviones con sus vuelos de bajo coste y los grandes cruceros que surcan mares y océanos en pocos días están propiciando que cada vez sean más las personas que pueden disfrutar de unas vacaciones alejados de su lugar de residencia. Sin embargo también han hecho que se pierda esa parte del encanto del viaje que se encuentra en el desplazamiento propiamente dicho. Pero esos viajeros que quieren disfrutar no sólo de su destino sino también del traslado podrán sentirse como como verdaderos Phileas Fogg recorriendo países y continentes en los antiguos trenes de vapor recuperados y devueltos a las vías.
Con un esplendor recobrado, empezando por el norte peninsular, encontramos, con el toque nostálgico de la Belle Epoque, el Transcantábrico, en el que además de disfrutar de la comodidad de un tren de lujo, ofrece la posibilidad de conocer el verde luminoso de Asturias, las montañas cántabras y los pueblos de Galicia. Desde León a Santiago de Compostela se puede visitar Viveiro, Ribadeo, Luarca, Ribadesella,Santillana del Mar o Balmaseda, entre otros, además de, por supuesto, grandes ciudades como Oviedo, Santander o Bilbao. El descanso está asegurado en cualquiera de sus suites que forman parte de los vagones construidos en Inglaterra en 1920, y a las que se ha dotado de baño propio y hasta ducha hidromasaje. Pero lo mejor son sus ventanales por los disfrutar del paisaje. Además, tienen tiene el detalle de que por las noches se detiene en una estación y allí aguarda hasta por la mañana para evitar perturbar el sueño con el traqueteo de su movimiento. Ver página oficial.
Ya en el sur se encuentra el Al-Andalus. De marzo a junio y de septiembre a noviembre, el viejo silbato da la salida, en la estación de Santa Justa, a un viaje que llevará al pasajero de Sevilla a Jerez y regreso en 6 días, visitando también Córdoba y Granada. Más información
Sin embargo, éstos no son los únicos vestigios del pasado ferroviario español. España cuenta con otros muchos a lo largo de su geografía: el vapor que va de Martorell a Monistrol de Montserrat (http://www.eltrendevapor.cat/es/), el Tren de la Fresa entre Madrid y Aranjuez, el Tren de Cervantes entre la capital y Alcalá de Henares o cualquiera de las rutas que Feve (Ferrocarriles de Via Estrecha) tiene por el norte, abarcando las comunidades de Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco que nos invitarán a conocer en profundidad aspectos menos conocidos de estas regiones en un día o en escapadas de fin de semana.
