Según los últimos datos ofrecidos por el IMSERSO 748.235 personas están recibiendo alguna de las prestaciones o servicios que ofrece la Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia, lo que significa un descenso en el número de beneficiarios de la ley de dependencia tanto respecto del mes de marzo como en comparación con diciembre de 2012, mientras que otras 218.345 tienen reconocido el derecho a percibir estas ayudas pero aún están a la espera a que se les conceda.
Mientras, la crisis económica que afecta a un gran número de dependientes y de sus familias está haciendo que muchos mayores abandonen las residencias en las que se encontraban ingresados, de hecho se estima que una de cada diez personas mayores ha dejado la residencia por esta causa, teniendo que recurrir al servicio de voluntarios de diferentes ONG’s o a vivir con la familia a cambio de aportar la pensión para ayudar a cubrir los gastos del hogar o tratando de obtener la prestación económica para cuidados en el entorno familiar, que también se ha visto mermada con el recorte del 15% de la cuantía máxima de las prestaciones que pueden percibir los cuidadores ‘informales’.
Pero además hay que tener en cuenta un dato significativo como es el descenso del 88,6%, en ocho meses, del número de cuidadores no profesionales de personas dependientes dados de alta en la Seguridad Social, según se ha conocido a través de una respuesta parlamentaria del Gobierno al coordinador de la Interparlamentaria del PSOE de Andalucía, Miguel Ángel Heredia, sobre los datos de los cuidadores no profesionales a dependientes.
Sin ayudas públicas suficientes y con escasos recursos privados de los dependientes y sus familias, ¿quién cuida de estos dependientes? De momento el flotador sean programas como el de la Obra Social La Caixa, que ha destinado más de 660.000 euros a 30 proyectos sociales impulsados por entidades catalanas dirigidos a fomentar la autonomía personal y calidad de vida de personas dependientes y discapacitadas, con especialmente a los ancianos.
