Tres noches quedan para que los Reyes dejen junto a los zapatos de miles de niños un nutrido surtido de regalos, entre los que de seguro no faltarán lo de los abuelo, convertidos también en Reyes gracias a la magia, que sin embargo no evitará tener que pasar por caja. Más de 100 euros es lo que se calcula que se gasta una familia en regalos para los peques de la casa, lo que convierte a esos ‘locos bajitos’, como los llama Serrat, en los principales consumidores del mercado haciendo honor al modelo paterno. Y es que cada vez se les consiente más y se accede a sus caprichos y chantajes emocionales, lo que es todo un problema, especialmente en estos momentos de crisis económica.
Los niños no sólo quieren tener de todo sino “tenerlo ya”, por lo que los expertos no dejan de insistir en los riesgos de atender siempre sus demandas ya que si cuando son pequeños les compramos todo lo que piden, no entenderán que no lo hagamos cuando son mayores. Pero los progenitores no siempre son conscientes de su papel en enseñarles el valor del dinero y por otra parte a los niños y adolescentes les cuesta comprender la diferencia entre deseo y necesidad, y no suelen estar acostumbrados al ahorro regular. Una forma de remediar esto es que ya desde pequeños les acostumbremos y les concienciemos sobre la responsabilidad en el consumo. Para ello se les puede comenzar a dar una paga a los niños cuando cumplen seis años y empiezan a ir al colegio, ya que es el momento en el que aprenden a sumar y restar, además del significado de caro y barato. Cuando son adolescentes, se puede optar por una paga mensual para sus gastos extras, que los padres deben aceptar aunque no los compartan. En cualquier caso siempre hay que contar con el apoyo del resto de la familia, ya que es fundamental que ni abuelo, tíos y demás familiares den a los menores dinero extra cuando a estos se les termina su paga.
Pero entremos ya de lleno en el ámbito de los juguetes, al que se estima que se dedicará un 17% del presupuesto navideño. Según La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) estima que entre la Nochebuena del recién despedido 2010 y estos Reyes de 2011 cada familia gastará 179,55 euros por niño en la compra de estos regalos. Lo primero que debemos hacer es enseñar al niño a elaborar una lista en la que aparezcan tanto peticiones caprichosas (que, en alguna medida, hay que atender también) como regalos didácticos.
Ya a la hora de lanzarnos a la compra, tendremos presente, por un lado, que los juguetes están diseñados para una franja de edad determinada.
Para bebés de hasta dos años conviene regalar juguetes que contengan elementos para chupar y palpar -sonajeros de colores, mordedores y mantitas con actividades- y otros que puedan arrastrarse y manipularse -construcciones grandes, torres y cubos apilables, así como coches de piezas grandes y poco pesadas.
Para niños de entre dos y cinco años la mejor opción son los juguetes que les permitan moverse y experimentar, como bicis de tres ruedas, cochecitos de bebé, pinturas y plastilinas, disfraces e instrumentos musicales.
Entre los seis y los11 años se aconseja regalar juguetes que potencien la capacidad creativa, como mecanos, construcciones, puzzles y en general los que permitan jugar y cooperar en equipo. También videojuegos, pero no cualquiera, sino los creados para estas edades, los juegos de mesa, de experimentos y de expresión plástica son los regalos más acertados para estos niños.
A partir de los 11 años lo más idóneo son los complementos deportivos, bicicletas, monopatines, juegos de ordenador con contenidos indicados para esta edad, equipos de experimentos complejos y artículos que motiven la capacidad de investigación y cooperación de los niños.
Por otra parte no debemos dejar de lado algo tan importante como la seguridad. En este sentido la primera referencia ha de ser la marca “CE”, que confirma que el juguete cumple con los estándares de calidad y seguridad. Sin embargo a pesar de contar con este sello, no debemos confiarnos, ya que es el propio fabricante y no un organismo independiente o las autoridades públicas tras analizar el juguete, quien imprime este sello en el producto. Tendremos especial precaución con los juguetes que incluyanImanes y piezas pequeñas, que no produzcan ruidos ensordecedores, que no tengan aristas y bordes cortantes ni sustancias tóxicas o partes inflamables.
Una excelente guía de la que nos podemos ayudar en nuestras compras es la elaborada por Eroski como parte de su campaña de asesoría pedagógica InfoJuego, que lleva ya realizándose catorce años y gracias a la cual se pone a disposición del público un equipo de pedagogos especializados, con la intención de facilitar una orientación personalizada sobre la adquisición de regalos infantiles. Permite el uso y conocimiento de los videojuegos, y además ofrece charlas-coloquio de orientación sobre la importancia del juego en el desarrollo de los niños y su contribución al aprendizaje, las normas de seguridad vigentes y aplicables a los juguetes.
En cualquier caso, tan importante como los propios juguetes, cuyo número se ha de limitar para no saturar al niño, es buscar que estos tengan una utilidad práctica y que no acaben abandonados en un rincón de la habitación. También es conveniente a los niños a jugar acompañados, con padres y hermanos y con otros niños, aunque hay que dejarles sus momentos de juego individual, ya sea creativo o simbólico.
