¿Qué será, será…. La salud con el retraso de la edad de jubilación?

Tal vez haya quedado en un segundo plano, pero lo cierto es que los gritos que se han levantado en contra del retraso de la edad de jubilación son estos días apenas un runrún. Pocos dudan de cual será el futuro a este respecto. Quizá por ello, o porque lo mejor para el espíritu y para la paz interior es ser positivo, ya hay quien le pone buena cara al mal tiempo, y asegura que jubilarnos más tarde puede mantener e incluso mejorar la salud mental.

La idea no viene de cualquiera, sino de experto en la materia, aunque hay que adelantar que la afirmación tiene sus matices. La Agencia Europa Press ofrecía hace un tiempo las declaraciones del doctor José Manuel Solla, del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en las que afirma que “Tener una obligación, un reto intelectual y un horario, puede ejercer como mecanismo protector a nivel síquico, en ese sentido sería positiva la disciplina a la que te obliga un trabajo intelectual, ya que puede refrescar, mantener e incluso mejorar la salud mental”. En similar sentido se pueden considerar diferentes estudios en los que se ha podido ver que personas que han optado por la prejubilación viven menos y tienen más patologías.

Por tanto, la afirmación inicial ha de ser, como se ha advertido, matizada, de forma que los ‘beneficios” de alargar la vida laboral se darán sobre todo si se trata de un trabajo eminentemente intelectual, además de otras variables como las condiciones físicas en las que uno se encuentra, la forma de ser de cada individuo, el tipo de trabajo… Mientras, en trabajos que implican un importante desgaste físico, y por tanto el trabajador tiene mayor probabilidad de haber desarrollado alguna patología asociada, tiene también más probabilidad de que alargar su vida profesional le genere una situación estresante que la viva con angustia, pudiéndose generar ansiedad, depresión, etc.

Con esta situación el doctor Solla considera que lo ideal sería que la prórroga de la edad de jubilación sea algo voluntario, y que lo más positivo es que “la persona pueda decidir jubilarse más tarde, de modo que no fuera una obligación sino una elección”. Otra solución podría ser la planteada por el doctor Juan Antonio Trigueros, responsable del Grupo de trabajo de Aparato Locomotor de la SEMG, quien considera que sería conveniente una “modulación de la tarea” de forma que a partir de una determinada edad, se pueda optar por trabajar con una adecuación de las tareas, como ya se da en determinadas profesiones, especialmente en las que existe un mayor riesgo de siniestralidad laboral.

En cualquier caso los expertos reconocen que en estos momentos es complicado calcular las repercusiones reales que tendrá la ampliación de la edad de jubilación, ya que por el momento no existen estadísticas, ni estudios al respecto y, por tanto, “es difícil valorar cómo repercutirá en la calidad de vida”.

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