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La cosa es bien sencilla. Ejercitar la memoria, la atención, el cálculo o el lenguaje, en definitiva, hacer trabajar al cerebro, es imprescindible para mantenerlo en forma mucho tiempo. Llevar a cabo esta tarea suele ser más fácil si acudimos a talleres especializados en estimular nuestras capacidades cognitivas, ya que nos hace estar más concentrados y hacer ejercicios mentales, de manera frecuente y trabajando las diferentes zonas del cerebro.
Tener la obligación de acudir a estas clases ya es el primer paso para mantenernos activos y tener la mente ocupada. Además, los distintos temas que se tratan, como charlas, adivinanzas, canciones, bailes, ejercicios de cálculo, etc., nos hacen ser más constantes en nuestras tareas diarias y establecer hábitos dentro de nuestra rutina, con lo que conseguimos mantener la estabilidad emocional y eliminar el estrés y la ansiedad.
Estas sesiones, que se imparten de manera gratuita en muchos centros de la Tercera Edad de las diferentes comunidades autónomas, están dirigidas fundamentalmente a personas que no tienen enfermedades neurodegenerativas, con el fin de estimular el cerebro y evitar o retrasar la pérdida de memoria. Pero, en cualquier caso, también son buenas para aquellos que padecen, por ejemplo, alzheimer, ya que puede ayudarles ralentizar el proceso de deterioro en su mente.
Tener un cerebro activo, hacer ejercicio y una buena alimentación son los tres pilares básicos de una vejez sana y saludable, y para aprovechar nuestro tiempo con optimismo e ilusión.
