Puzzles, ¿cosa de niños?

John Spilsbury, un experto cartógrafo inglés, solía montar sus mapas sobre madera, hasta que un buen día tuvo la genial idea de separar los países cortando la tabla con una sierra. Así nació el primer puzzle, que enseguida se convirtió en la mejor manera de que los jóvenes aprendieran geografía.

Las piezas de este primer puzle seguían la silueta de los países y es que, hasta el siglo XX, no se crearon las piezas que hoy conocemos, con geometrías que se ensamblan, permitiendo que las partes que se van colocando no se muevan y haciendo así más fácil el montaje.

Un siglo más tarde los puzles se popularizaron y allá por 1900 se convirtieron en el divertimento favorito de las clases altas. Eran verdaderas obras de arte. Montarlos resultaba muy complejo, no sólo porque no había manera de ensambla las piezas, teniendo que unirlas delicadamente, si no porque, a diferencia de hoy en día, constituían una total sorpresa. Quienes los construían no contaban con una imagen que les sirviera de modelo. Cada puzzle era una pieza única y tal era su aprecio que casi constituía un legado familiar, pasando de generación en generación.

En la actualidad, desde que a principios del siglo XX un juguetero norteamericano inventara los pomos para conseguir el ensamblaje, no se han introducido muchas novedades y los puzzles para adultos se han convertido en piezas de coleccionista o en un hobby que, en ciertos lugares del mundo, todavía continua vivo.

En la actualidad, el puzzle más grande del mundo que se comercializa tiene 24000 piezas y mide más de cuatro metros de largo. “The Life: The Great Challenge” lo fabrica la marca Educa, en Barcelona, y actualmente se vende por todo el mundo.

El montaje o la fabricación de puzles es una interesante forma de pasar el tiempo libre. Agudiza el ingenio, propicia la concentración, la agilidad mental, la memoria visual, la habilidad óculo manual, la paciencia… Y además, seguro que los nietos de muchos están encantados de disfrutar en familia de este entretenimiento que, para ellos, es igual de beneficioso.

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