Un año más, se han puesto sobre la mesa todos los nombres que compiten para ganar los premios más prestigiosos de la televisión norteamericana y, también un año más, la polémica está servida.
Casi todos los nominados han sido, como suele suceder, bastante previsibles; sin embargo hay algunas ausencias llamativas y otras presencias que, sin duda, sorprenden por reiterativas. En el primer grupo nos encontramos con series como Fringe, The Walking Dead, Happy Endings, Southland, Boss o Community que terminan la temporada sin pena ni gloria con ninguna nominación. En el segundo, resulta sorprendente la nueva candidatura de Kathy Bates por su papel en Harry’s Law y la del actor de Dos hombres y medio, Jon Cryer, quien ya ha estado nominado en siete ocasiones, además de contar con un premio, aunque en otra categoría.
En cualquier caso, los protagonistas absolutos parecen estar muy claros. Todo parece indicar que Mad Men ganará de nuevo el premio a Mejor Drama, superando así a series tan míticas como Canción Triste de Hill Street, La ley de Los Ángeles o El Ala Oeste de la Casa Blanca.
Por otro lado, nos encontramos con una novedad que ha entrado con mucha fuerza. Se trata de Downton Abbey, una serie inglesa de coproducción norteamericana, de la que lo más valorado han sido sus actores, que por el momento atesoran un sinfín de nominaciones.
En el ámbito de la comedia desaparecen dos clásicos –Glee y The Office- dando paso a otras producciones de carácter bien distinto, como son Girls, Parks and Recreations o Louie; mientras que Modern Family permanece en la brecha gracias a sus actores secundarios.
Puestas las cartas sobre la mesa, sólo queda esperar a que se resuelva el enigma. Será dentro de un par de meses, durante la ceremonia que tendrá lugar el 23 de septiembre y que se podrá ver en directo en nuestro país a través de AXN White.
