Pekín 2008, ¿conflicto deportivo internacional?

Las imágenes que en las últimas semanas protagonizan los informativos de todo el planeta, correspondientes a enfrentamientos en la región del Tíbet entre secesionistas y monjes tibetanos y el ejército chino, han sido sólo la gota que colmó el vaso. Ahora se escuchan, sin timidez, voces contrarias a la celebración de las Olimpiadas en China, dentro de unos pocos meses.

Uno de los primeros argumentos que surgieron en contra de que el gigante asiático celebrase el acontecimiento deportivo internacional más importante, que tiene entre sus objetivos la ruptura de fronteras y la lucha deportiva entre todos los países del mundo, fue la falta de derechos y libertades que existe en el país comunista. Para los contrarios a que China sea la sede olímpica de este año, no se le debía haber otorgado a este país la organización de una cita de estas características y hacer oídos sordos a su realidad social. Esta línea de opinión se ha visto reforzada y ha ganado adeptos con las últimas noticias sobre censura, manipulación informativa y detenciones de periodistas en China.

En segundo lugar, las principales ciudades chinas, sobre todo Pekín, donde tendrán lugar las diferentes competiciones deportivas de las Olimpiadas, se encuentran entre las más contaminadas del planeta. Los índices de polución y aire contaminado pueden resultar especialmente dañinos para la salud de los deportistas, según algunos expertos. Tanto es así que algunos atletas ya se han desvinculado de la cita deportiva más importante y esperada por muchos deportistas.

Por otro lado, las acciones violentas en el Tíbet, región que reclama su independencia histórica, y de las que se tienen difusas informaciones, de momento, han dado como resultado la detención o entrega voluntaria, según sea la fuente, de ‘rebeldes tibetanos’, y la muerte de 19 personas, según el gobierno chino, y de 130, según los tibetanos en el exilio.

Los defensores de que se celebren los Juegos Olímpicos, consideran que ésta puede ser una gran oportunidad para que China se abra al mundo. En este sentido, la Unión Europea ha rechazado boicotear las Olimpiadas, como proponen asociaciones de activistas de diferentes partes del mundo, aunque esto parece no haber terminado e irá para largo. Puede que el aspecto deportivo sea lo menos recordado de estos Juegos Olímpicos en el futuro.

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