Paisajes espirituales

Cuando termine esta semana también llegará a su fin la exposición que actualmente se exhibe en las salas de la Fundación Juan March de Madrid (c/ Castelló 77). Se trata de una muestra sobre la obra de Asher B. Durand, un artista norteamericano prácticamente desconocido en Europa que, a mediados del s. XIX, viajó al viejo continente -más concretamente a Londres- para ilustrarse y aprender de los grandes maestros de la Historia del Arte.

Esta ha sido la primera vez que sus obras emulan el viaje que el artista hizo antaño, para mostrarse en nuestro país, dentro de una exhibición que lleva por título “Los paisajes americanos de Asher B. Durand (1796-1886)”. Está compuesta de por un total de 140 piezas -entre óleos, grabados y dibujos- que comprenden las etapas más importantes de la carrera del artista. Completando la muestra, se exhiben también algunas obras de sus coetáneos, en incluso de algunos seguidores, donde se vislumbra la gran importancia que tuvo en su tiempo este artista que apenas nosotros conocemos.

La muestra se centra principalmente en los paisajes de Durand (aunque se exhiben también retratos y pinturas de género), un género en el que, sin duda, el artista se sintió más que cómodo; logrando emular a uno de los grandes maestros paisajistas europeos: el magnífico Claudio de Lorena. Su obra, sin embargo, se deja llevar por el espíritu romántico y trata de reflejar, mediante la grandiosidad de una bucólica belleza natural, el espíritu divino. No en vano, para Durand “El auténtico campo del Arte del paisaje es la obra de Dios en la Creación, independiente de la mano del hombre”.

La obra del neoyorquino se enmarca dentro del movimiento americano conocido como “La Escuela del Río Hudson”, compuesta por un grupo de artistas que beben de las fuentes realistas de la francesa Escuela de Barbizón, convirtiendo el paisaje como motivo en auténtico protagonista de sus obras y dejándose llevar por el espíritu romántico propio de la épocaFoto: Asher B. Durand. Catskill Clove, Nueva York, 1864. The New–York Historical Society

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