Uno de los efectos más preocupantes del cambio climático es el deshielo de los polos, con consecuencias imprevisibles en la climatología del resto del planeta. En los últimos tiempos se nos está alertando desde diferentes ámbitos de la vida social y política sobre la importancia para nuestro futuro del cuidado del medio ambiente. Sin embargo, un grupo de científicos españoles ha encontrado una ‘ventaja’, auque tramposa en sí misma, ya que debido el deshielo de la plataforma Larsen A en 2003, al este de la Península Antártica, se han hallado nuevas formas de vida marina desconocidas hasta el momento.
La trampa: si continúa el calentamiento global esas nuevas especies irán desapareciendo como está ocurriendo con otros miles de seres vivos en el resto del globo.
Este equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participaba en el proyecto internacional CLIMANT, encargado de estudiar los fondos marinos en los que antes ocupaban enormes icebergs. El descubrimiento, en boca de los propios científicos, ha sido realmente sorprendente ya que una zona que se creía estéril ha sido por miles de especies animales y vegetales.
En un entorno de 10.000 kilómetros cuadrados en los que tan sólo hace unos años la vida era prácticamente imposible, parece haber explotado con bosques de ascidias y corales, desconocidas especies animales de gran tamaño a las que aún no se les ha puesto nombre, algas,…
Sin embargo, el progresivo deshielo de los polos y, en mayor medida, la pesca indiscriminada del krill, una gamba de la zona de la que se alimentan los seres vivos de la Antártida, parecen hacer peligrar la nueva maravilla de la naturaleza recién encontrada.