Mantener nuestros oídos perfectamente limpios es fundamental, sin embargo no siempre realizamos de forma correcta esta tarea, especialmente en lo que a la parte interna se refiere y así hay quien incluso llega a utilizar ‘herramientas’ tales como llaves, puntas de lápiz y pasadores para el cabello cuando los expertos indican que ni tan siquiera es aconsejable bastoncillos de algodón o productos similares.
Y es que a pesar de lo extendido que está el uso de los bastoncillos mencionados, éstos pueden llegar a ser peligrosos, ya que si se introduce demasiado a fondo en el canal auditivo, puede causar daños graves, entre los que se incluye la ruptura del tímpano, también conocida como perforación de la membrana timpánica, que en los casos más graves pueden causar parálisis facial y vértigo. Esta relación directa entre el uso de los bastoncillos de algodón y la ruptura de los tímpanos ha quedado evidenciada por investigadores del Hospital Henry Ford, en Estados Unidos, que también han indicado que son rupturas que, en la mayoría de los casos, se curan por si mismas en un par de meses aproximadamente (según los casos) y la cirugía sólo resulta necesaria para los casos más severos.
Éstos mismos expertos aconsejan para la limpieza del oído emplear otras alternativas, como una mezcla de peróxido fresco y agua con la que limpiar el odio una o dos veces al mes o aplicar cuatro o cinco gotas de vinagre y agua una vez a la semana. También se puede optar por difusores de agua marina (Decálogo para la Higiene del Oído, promovida por el Departamento de Otorrinolaringología del Hospital Clínic de Barcelona y Laboratorios Esteve) que reblandecen el tapón de cera y la auto-elimina.
En cualquier caso no hay que olvidar que el cuerpo humano ha desarrollado su propio sistema de autolimpieza para los oídos, ya que el cerumen acumulado tiende a secarse y a caer por su propio peso, arrastrando con él todas las impurezas que se hayan podido acumulado en el oído, de forma que es suficiente con mojar el oído por ejemplo cuando nos duchamos y limpiar la zona exterior del pabellón auricular con una gasa o una toalla. En el caso de que se formen tapones o tengamos algún tipo de molestia no hay que demorar la visita al especialista.
