Si es así, puede que se trate de acúfenos, un problema muy frecuente en la población adulta (mayores de 50 años fundamentalmente), cerca de un 30% lo ha padecido en algún momento de su vida de forma transitoria.
Los acúfenos se perciben como un pitido, un zumbido, un tintineo o un molesto ruidito dentro del oído, pero que, en realidad, no proceden de ninguna fuente externa. Pasan más desapercibidos durante el día y, sin embargo, por la noche pueden resultar insoportables, ya que con el silencio se tiene la sensación de que el ruido es más intenso.
La mayoría de los acúfenos (también llamados “tínnitus”) son subjetivos y los percibe exclusivamente el propio paciente, ya que están causados por la vibración de los tejidos que rodean al oído o por errores en el sistema auditivo. En ocasiones, están relacionados con contracciones musculares del oído o la mandíbula y con anomalías vasculares en la cabeza y cuello.
Parece que no hay muchos remedios para este problema y que mantener la mente distraída se presenta como la mejor opción contra el estrés del acúfeno. Sin embargo, la causa más habitual coincide con la pérdida de audición y tratada como es debido, con un audífono que amplifique los sonidos externos u otro que emite sonidos directamente en el oído y que disimulan los acúfenos, puede aliviar mucho las molestias.
En oirmejor.es podemos encontrar una serie de productos muy sencillos de utilizar y que nos ayudarán a aliviar el molesto tintineo de los acúfenos, como por ejemplo, almohadas especiales, generadores de sonido para disimular el zumbido de los oídos, altavoces para la almohada, etc.
La exposición constante que tenemos al ruido de las ciudades, los reproductores de música, o diferentes profesiones (constructor, músico, etc.) no ayudan a oír bien, por eso es importante que acudamos, al menos, una vez al año al otorrino para que pueda comprobar que todo está en orden y si tenemos cualquier problema pueda tratarlo cuanto antes.
Muchas veces, los acúfenos se deben a un simple tapón de cera que provoca esta molestia y que un especialista puede solucionar en poco tiempo, sin embargo si lo dejamos pasar podemos llegar a padecer problemas más graves como son trastornos del sueño, estrés o depresión.
Por eso, es importante concienciarnos: lo que puede comenzar como una molestia ocasional, termina convirtiéndose en una frustración o un problema mucho más difícil de solucionar.
