No pierdas la sonrisa

Los problemas bucodentales es una de las principales afecciones que padecen las personas mayores: aparición de caries, enfermedades periodontales o pérdida de las piezas dentales son alguno de ellos. A esto se le une que esta población es la que menos acude a realizarse revisiones (sólo lo hace el 41%) y peores hábitos de higiene bucodental mantienen, según datos del último estudio realizado por Vitaldent, que pretende concienciar sobre cuáles son los principales problemas derivados del envejecimiento dental y de la importancia que tienen mantener unos correctos hábitos.

Según los datos obtenidos en el último estudio anual de Prevención e Higiene Bucodental realizado por Vitaldent en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela, a partir de los 60 años es más frecuente descuidar la salud bucodental, siendo este sector de la población el que menos se preocupa por la higiene dental (sólo el 41% de ellos realiza revisiones odontológicas cada seis meses), a pesar de que es en este periodo de la vida es cuando más se deben extremar los cuidados de la boca, ya que las dolencias bucodentales son más comunes por el envejecimiento dental. Como explica la doctora Olga Prieto, odontóloga de Vitaldent, “Es habitual que, aunque las personas mayores tengan más problemas y dolencias dentales, sean las que menos se cuidan y visitan al especialistaEsto es consecuencia de numerosas causas; la aceptación generalizada de que es inevitable ciertas dolencias con el paso de los años, la ausencia de energía y dinamismo propio de la edad que provoca más pereza a la hora de repetir ciertos hábitos como lavarse los dientes, o incluso motivos económicos”.

Cuidados

Desde Vitaldent se quiere lanzar un mensaje para que con unas sencillas pautas los mayores conserven su mejor sonrisa:

A partir de los 60 años patologías como diabetes, afecciones cardíacas o cáncer, están más presentes y son enfermedades que tienden a alterar la salud bucodental. Es el caso de la diabetes, que provoca enfermedades periodontales a consecuencia de la alteración de los niveles de glucosa en la sangre. Si se padecen problemas de corazón es recomendable vigilar la salud de las encías para evitar que las bacterias alojadas en la boca no se depositen a través del torrente sanguíneo en los tejidos cardíacos afectados. Teniendo en cuenta estas circuntancias es recomendable que los pacientes que sufren algún tipo de enfermedad extremen los cuidados bucodentales y acudan al menos cada seis meses al odontólogo.

Especial cuidado deben tener las mujeres ya que con la menopausia (que ayer día 18 ha celebrado su Día Mundial), además de los conocidos sofocos, fatiga, sudor nocturno o cambios de estado de ánimo, se producen otros trastornos menos conocidos que afectan a la salud dental. Y es que descenso de la producción de hormonas durante la menopausia conlleva una serie de modificaciones en las encías, la mucosa bucal y el hueso que sustenta los dientes. Estos cambios pueden hacer perder color a los dientes, alterar su forma e incluso provocar la pérdida de piezas. Además, es más frecuente la aparición de otros síntomas orales como la sensación de ardor o sequedad en la boca.

Otra cuestión a tener en cuenta es que a partir de los 60 años crece el número de personas que usan prótesis, lo que hace recomendable que se acuda regularmente al odontólogo para un examen exhaustivo y prevenir posibles problemas de las encías o infecciones orales. Además, si se utiliza dentadura, es necesario acudir al especialista con regularidad para que revise y adapte la prótesis a posibles cambios en la boca.

También es habitual que en las prótesis se acumule la placa, provocando odontólogo para hacer un examen exhaustivo y prevenir posibles problemas de las encías o infecciones orales. Además, si se utiliza dentadura, es necesario acudir al especialista con regularidad para que revise y adapte la prótesis a posibles cambios en nuestra boca.

Es importante identificar a tiempo la enfermedad periodontal, un trastorno que aparece principalmente a partir de los 40 años. En sus primeras etapas la enfermedad es reversible, por eso hay que estar atento ante síntomas como el sangrado o inflamación de las encías, la halitosis o el mal sabor de boca, ya que si lo ignoramos y la enfermedad evoluciona puede provocar la pérdida de las piezas dentales.

En definitiva lo esencial es mantener unas adecuadas pautas de higiene y las oportunas revisiones en el especialista y así poder mantener una sonrisa sana y bonita.

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