Ni un pelo de tontos…

Según la Internacional Society of Hair Restoration Surgery (ISHRS), en todo el mundo se producen cerca de 250.000 trasplantes de pelo al año. Una cifra que se está viendo incrementada en los últimos tiempos, sobre todo, en España. Este crecimiento se ha relacionado, en los últimos meses, con el denominado ”efecto Bono”.

Este efecto se refiere a la aparición pública del ex ministro de Defensa y presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, el pasado mes de septiembre, con una cabellera evidentemente más poblada. Según la compañía Svenson, a partir de esa fecha las consultas para realizarse tratamientos de microinjertos capilares hayan aumentado un 145% y las intervenciones se hayan triplicado en España. De hecho, éste es uno de los pocos sectores médico estéticos que parece no estar notando la crisis económica.

Anécdotas aparte, en lo que a estética masculina se refiere poco a poco se rompen tabúes y los españoles demuestran que también quieren cuidar su aspecto. Los microinjertos capilares han resultado ser, además, uno de los tratamientos contra la calvicie hereditaria más eficaces y con mejores resultados por lo que no es de extrañar que sea uno de los más reclamados en lo que a estética masculina se refiere.

Para someterse a este tipo de tratamientos es necesario cumplir dos requisitos: tener un buen estado de salud y que la calvicie no sea muy extensa. A partir de ahí, un especialista evaluará cada caso y se procederá a la microcirugía, realizada con microscopio para ser lo más exacta posible. Actualmente, este tipo de intervenciones tiene un porcentaje de éxito que puede llegar al 98% de supervivencia del injerto. A pesar de que no hay límite de edad, este tipo de tratamiento resulta más efectivo en personas mayores ya que con la edad la calvicie hereditaria se va frenando.

Comentarios

Deja un comentario