Las bondades del Té

El té ya se conocía en China 2000 años a. C., cuenta la leyenda que el emperador Shen -Nong (El Divino Granjero), descansaba a la sombra de un árbol mientras aguardaba que hirviera un cuenco con agua. De forma casual algunas hojas del árbol cayeron en el recipiente, formándose una infusión que maravilló al emperador por su sabor y frescura.

Existen muchos tipos de infusión y cada de una de ellas es beneficiosa para una cuestión en concreto. A continuación realizaremos un pequeño resumen de las propiedades del té según el tipo:

  • Té verde: Al añadir té verde al agua, las defensas antioxidantes se multiplican, es aún más potente que la vitamina C y ayuda a retrasar el envejecimiento celular. Es diurético y da resultados sorprendentes en la eliminación de impurezas de la piel, mejorando su elasticidad. Su alto contenido en vitamina B12 ayuda a mantener el cabello y las uñas sanos.
  • Té blanco: Gracias a sus poderes antioxidantes previene el envejecimiento. Una taza de este té equivale a doce zumos de naranja en contenido de vitamina C. Muy apreciado en cosmética por sus propiedades beneficiosas para la piel.
  • Té negro: Es el más conocido y el de mayor consumo. Es el más astringente y contiene elementos que previenen el cáncer como el polifenol. Combate el dolor de cabeza y alivia la fatiga.

Los investigadores han llegado a la conclusión de que para beneficiarse de los múltiples beneficios de esta milenaria bebida, el secreto no es tanto la cantidad ingerida, como la constancia en su consumo.

Disfrutar de “la hora del té” es todo un arte en algunas culturas. A continuación os ofrecemos unos cuantos consejos para poder prepararos un maravilloso té:

  1. Calentar la tetera para que las hojas de té se abran y liberen mejor su perfume.
  2. Poner en la tetera una cucharadita de té por taza y una para la tetera.
  3. Verter el agua justo antes de que empiece a hervir, con el fin de que no pierda oxígeno.
  4. Dejar reposar el té el tiempo recomendado para cada tipo.
  5. Retirar el filtro con las hojas del té de la tetera para que el té no quede demasiado infusionado.
  6. La tetera no debe lavarse ni secarse por dentro, sólo debe aclararse con agua.
  7. El té se puede tomar frío o caliente, pero nunca recalentado.

Finalmente, os animamos a disfrutar de un rico té helado para combatir estas altas temperaturas al mismo tiempo que cuidáis vuestra salud.

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