La tierra de las cuevas pintadas

Hace muchos años que Ayla, la chica Cromañón y protagonista de la serie “Los hijos de la tierra” de Jean Auel, fue expulsada del clan del oso cavernario, iniciando un viaje por todo el continente europeo. En este libro, se establecerá en la novena caverna, el lugar de donde procede su compañero, Jondalar, con quien ha tenido una niña. Ayla hará todo lo posible por encontrar el difícil equilibrio entre su nuevo papel como madre y su preparación para convertirse en líder espiritual, una suerte de chaman dedicado a la curación con hierbas. En este libro nuestra protagonista visitará además lugares desconocidos y nuevos, descifrando las propiedades de nuevas plantas; también descubrirá las obras de arte de sus antepasados, ante las que se sentirá profundamente impactada.

Una vez más, Jean Auel reconstruye cómo podría haber sido la forma de vida en la Prehistoria, ofreciéndonos una visión muy novedosa sobre un periodo histórico tan misterioso como desconocido. El marco de esta última novela -”La tierra de las cuevas pintadas“- son los yacimientos arqueológicos de la Península Ibérica, en cuyas descripciones encontraremos un rigor arqueológico intachable.

Nacida en Chicago, en 1936, madre de cinco hijos a temprana edad y con un privilegiado coeficiente intelectual; Jean Auel ha estudiado en profundidad la época sobre la que escribe, realizando numerosos viajes y contactos con historiadores y arqueólogos de todo el mundo. Según el director de Altamira, José Antonio Lasheras “Jean M. Auel en la serie Los hijos de la Tierra nos ofrece un relato apasionante; integra con naturalidad objetos, datos, gestos y detalles tomados de la investigación de arqueólogos prehistoriadores”.

Con sus más de 700 páginas, lo cierto es que el libro a priori puede asustar; sin embargo se trata de una amena lectura de verano, cuyo éxito está avalado por los cinco volúmenes que le preceden: todo un repaso por la vida cotidiana de nuestros más lejanos ancestros.

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