La TDT como terapia alternativa

En apenas unos pocos meses se pondrá fin a las emisiones ‘tradicionales’ –analógicas- de las televisiones, será el apagón analógico, con el que la televisión digital será omnipresente en la vida de los televidentes. Para la gran mayoría esto no supone más que una mejor calidad de imagen y sonido, una mayor oferta de canales y la posibilidad de acceder a ciertos servicios gracias a la llamada interactividad (este último caso dependerá del tipo de decodificador con el que se cuente). Sin embargo la Televisión Digital Terrestre (más conocida por sus iniciales TDT) va camino de convertirse, para unos cuantos, en una herramienta en la lucha contra el Alzheimer. La iniciativa se está desarrollando en el Centro de Referencia Estatal del Alzheimer del IMSERSO de Salamanca, que quiere servirse de la TDT para que los enfermos puedan realizar actividades de estimulación cognoscitiva desde sus casas.

Esta investigación, coordinada por el Centro tecnológico CARTIF, forma parte de las llamadas Terapias No Farmacológicas (TNF), con las que se estimulan las funciones cognoscitivas a través de actividades como leer, jugar a las cartas, al ajedrez, escuchar música, hacer crucigramas, ver la televisión… gracias a las cuales puede retrasarse la evolución del Alzheimer u otra demencia e incluso prevenir su aparición.

El trabajo de los expertos lo que pretende es definir las características de un sistema inteligente de forma que permita a un terapeuta supervisar a los enfermos, que desde sus hogares realizarán las pertinentes actividades, y recoger los datos de su evolución, para lo que la televisión digital terrestre interactiva se presenta como el medio idóneo, al ser la televisión un electrodoméstico bien conocido, con lo que se evita la brecha tecnológica que provocarían otros dispositivos.

Además, con este nuevo sistema, no sólo se permite a los mayores con problemas de deterioro cognitivo que puedan llevar a cabo en sus casas los ejercicios de estimulación cognoscitiva cuando quieran y tantas veces como quieran, sino que también supone que puedan hacerlo en un entorno menos estresante y deshumanizado, al tiempo que los cuidadores, familiares o profesionales, tendrán acceso a contenidos específicos sobre la enfermedad y la posibilidad de supervisar las actividades del paciente. Con este sistema a través de la TDT interactiva se solventan algunos de los problemas metodológicos que presentan las terapias no farmacológicas, haciéndolas más beneficiosas, evitando las salidas a los centros en los que se impartes estas actividades sin por ello carecer de un terapeuta y facilitando la evaluación de la evolución de cada paciente.

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