La enfermedad del buen tiempo

Uno de los mayores y comunes riesgos alimenticios que se producen con la subida de las temperaturas es la salmonelosis, enfermedad causada por la bacteria Salmonella. Ésta puede contaminar alimentos como el pollo, el pescado, los huevos, la leche y sus derivados y, consecuentemente, intoxicar a quien los ingiera.

El principal peligro reside en que los alimentos que están infectados no cambian de sabor ni olor, por lo que puede ser difícil de detectar; otra manera de que esta bacteria llegue a nuestro organismo es la falta de higiene personal y del menaje de la cocina durante la manipulación de los alimentos. Por ello, se recomienda que a la hora de cocinar y, sobre todo, de manipular la comida, nos lavemos bien las manos, antes y después, y procuremos que los utensilios que vayamos a utilizar para preparar ricos platos estén bien desinfectados y limpios.

Normalmente, los alimentos crudos son más susceptibles de contaminarse que los que son sometidos a altas temperaturas al cocinarlos. Para evitarlo, y como suele suceder cada año cuando se acerca el buen tiempo, la Unión de Consumidores de España nos alerta para que tengamos especial cuidado con ciertos tipos de alimentos y nos facilita una serie de consejos.

Entre las recomendaciones más prácticas y fáciles de llevar a cabo, además de la higiene, se destacan: la importancia de leer detenidamente las condiciones de conservación de los alimentos; a la hora de adquirir mayonesa en el supermercado comprobar que está elaborada con productos pasteurizados y no huevos frescos, y, si queremos prepararla nosotros en casa echarle más limón y vinagre que de costumbre. Asimismo, hay que vigilar que los productos lácteos estén conservados en lugar frío en los establecimientos en los que compremos.

Finalmente, en cuanto notemos síntomas de intoxicación –diarreas, fiebre, dolores abdominales, vómitos y dolores de cabeza- deberemos acudir rápidamente al médico.

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