En estos días de inestabilidad y crisis económica la familia se ha convertido en el refugio más seguro para capear el temporal. Un hecho constatado por muchos y que queda reflejado en el estudio realizado por el Gabinete de Estudios sociales de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS) con motivo delAño Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional.
En esta ‘recuperación’ de las relaciones familiares las personas mayores vienen adquiriendo un papel relevante al responsabilizarse del cuidado de los nietos y por su colaboración económica, cada vez más importante al ser la fuente de ingresos más ‘segura’ gracias a sus pensiones. Prueba de estas afirmaciones son las siguientes cifras. El estudio de Funcas recoge la investigación que Karsten Hank de la Universidad de Colonia ha realizado para describir las relaciones entre generaciones en la Europa actual, y según la misma, el 42% de los padres españoles de 70 o más años viven con sus hijos, y el 58% mantienen contacto diario con ellos.
En el estudio también se recogen datos de la encuesta europea SHARE, según la cual en España más de un tercio de las abuelas y más de una cuarta parte de los abuelos cuidan a sus nietos al menos una vez a la semana. En términos globales son los abuelos escandinavos los que más se ocupan de sus nietos, pero si diferenciamos entre cuidado regular (una vez a la semana o más) y el cuidado ocasional (menos de una vez a la semana), españoles, italianos y griegos ganan por goleada, prácticamente doblando las cifras registradas en los países escandinavos (aproximadamente un 40 por ciento frente al 20 por ciento), y superando a países como Austria, Alemania y Holanda.
Según la Coordinadora del Gabinete de Estudios sociales de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), Elisa Chuliá, ha señalado que se puede constatar que “las relaciones intergeneracionales dentro de las familias en España y en otros países del Sur de Europa son muy intensas, más que en otros países de Europa” y que. “estos momentos no muestran indicios de deterioro en Europa”, pero también ha precisado que “existe un riesgo de que los conflictos (entre generaciones) se intensifiquen o se acentúen” como consecuencia del hecho de que “algunos estados del bienestar, entre ellos el español, no están tratando equilibradamente a las generaciones, y este trato desigual entraña un riesgo”.
