La música amansa a las fieras ¡y también a nuestros nietos! A todos los niños, por pequeños que sean, les llama la atención el sonido de las notas musicales y desde que están en la tripa de su madre son capaces de reconocer desde la voz de su progenitora hasta una melodía.
Introducirles en el mundo de la música desde que son pequeños es buenísimo tanto para sus sentidos como para su entendimiento, pero si además dedicamos tiempo a hacer manualidades con ellos conseguimos dos objetivos, por una parte, que disfruten a la vez que se entretienen y desarrollan su imaginación y por otra, la recompensa tras el esfuerzo, es decir, después de dedicar un buen rato a fabricar por si mismos un instrumento musical, podrán jugar con él y comprobar cómo funciona. Os proponemos estos:
1. Una guitarra:
Necesitamos una caja de cartón, unas gomas, unas tijeras, pegamento de barra y normal, pincel, temperas, chinchetas y cartulina de colores. Cómo hacerlo: coger la tapa de la caja y en ella recortar un círculo en el centro, después pegar las gomas de tal manera que vayan de extremo a extremo de la caja y queden por encima del círculo que hemos recortado previamente. Con las cartulinas de colores podemos hacer dibujos para decorar la tapa de la caja y pegarlos con pegamento de barra. Luego enrollaremos una cartulina entera y la convertiremos en el mástil de la guitarra y la adornaremos con unas chinchetas que, gracias a esta parte será más sencillo sujetarla. Y por último, pondremos la tapa sobre el resto de la caja y lo pegaremos bien para que no se separe mientras tocamos el instrumento.
2. Una flauta:
Necesitamos una caña de bambú, unas tijeras, unas temperas y un pincel. Cómo hacerlo: Haremos barios agujeros en la caña de bambú y dejaremos libres los dos extremos de tal manera que al soplar por uno de ellos sonarán diferentes melodías a medida que tapamos o destapamos el resto de agujeros con los dedos.
3. Unas maracas:
Necesitamos una botella de plástico pequeña, pegamento y legumbres o botones de colores. Cómo hacerlo: es muy sencillo y muy entretenido sobre todo para los más pequeños. Basta con llenar hasta la mitad la botella o bien con legumbres o si queremos darle un toque divertido y de color con los botones y cerrarla bien con el tapón (para asegurarnos de que está bien cerrada y no sale todo volando podemos pegarlo con pegamento). El efecto musical dependerá del ritmo que cada uno vaya marcando.
4. Un tambor:
Necesitamos una lata (lo más grande posible) o un tambor de jabón para la lavadora con forma de cilindro, cartulina de colores, tela, pegamento, tijeras cucharas de madera. Cómo hacerlo: Abriremos la parte de arriba y la cubriremos con una cartulina de color y sobre ella pondremos una tela que sujetaremos para que quede bien firme y pegaremos todos los bordes de la misma. Una vez pegada utilizaremos las cucharas de madera como si fueran bastones que al contacto con el tambor marcarán el ritmo.
5. Una batería:
Aunque será en tamaño ”mini” necesitaremos latas de comida vacías (de melocotón en almíbar, de fabada, de atún… ¡todas valen!), alambres y pegamento. Para hacerlo basta con tener la idea clara de cómo es una batería grande e intentar hacer una réplica de la misma.
