El domingo pasado la Ley de Dependencia cumplió dos años de su aprobación. A pesar de que los avances en el desarrollo y aplicación de la norma están siendo muy desiguales y las dudas que suscita la financiación de lo aprobado en la misma, se vislumbran algunos pasos en la dirección correcta. Se comienza a tomar conciencia no solo de la situación de los dependientes, sino también de aquellos familiares que se encargan de su cuidado, una tarea que en no pocas ocasiones deriva en depresiones que hacen necesario el uso de antidepresivos y la asistencia a consultas psicológicas para poder hacer frente a la enfermedad de un familiar.
Concienciar a los ”cuidadores informales” de que deben cuidar tanto de ellos mismos como de su familiar dependiente no es tarea fácil, y por ello las administraciones, paulatinamente, están poniendo en marcha diferentes programas se “sensibilización”. Sirva de ejemplo la campaña que ha comenzado a desarrollar el Principado de Asturias, que tiene previsto distribuir entre todas las familias de personas dependientes 10.000 guías formativas con el título Para aprender a cuidarse y cuidar mejor, que es la primera publicación del programa «Asturias Apoya», una iniciativa formativa desarrollada por la Consejería de Bienestar Social del Principado. Esta guía pretende enseñar a los cuidadores cómo deben enfrentarse a una enfermedad de un gran dependiente. No se trata sólo de saber cómo actuar médicamente sino de aprender a asumir la enfermedad y su avance sin caer en un proceso depresivo.
La guía se ha creado con un carácter informativo y también formativo, ya que además de reunir los principales recursos de alojamiento temporal de Asturias y explicar las diferentes acciones que el Principado ha previsto para la formación, también ofrece una serie de recomendaciones dirigidas a los cuidadores.
Además de esta guía, el plan del Principado tiene previsto iniciar en septiembre una serie de cursos para los cuidadores informales de personas en situación de dependencia. Estos cursos, en cuyo desarrollo colabora la Consejería de Salud, se impartirán a grupos reducidos y constarán de dos niveles: uno básico que se impartirá en los centros de salud, y otro avanzado que se impartirá en los centros dependientes de la Consejería de Bienestar Social.
Otra parte de este programa de apoyo a los cuidadores de personas dependientes son las cien plazas de alojamiento temporal con las que podrán contar las familias asturianas para el descanso tanto de los familiares cuidadores como de las propias personas dependientes. A estas plazas todas las familias que perciban alguna ayuda por dependencia y el plazo de estancia de las personas dependientes no será superior a un mes. Los familiares abonarán los gastos del centro, pero no dejarán de percibir la ayuda del Principado durante ese período.
