Grandes películas, grandes novelas: Match Point

Normalmente, cuando dedicamos esta sección a “Grandes películas, grandes novelas” solemos hablar sobre cintas basadas alguna novela en concreto. El caso de hoy es particularmente peculiar, ya que la grabación de Allen que nos ocupa no es en absoluto la adaptación de un libro; sin embargo, los guiños de la película a dos grandes clásicos de la literatura no sólo son innegables, si no que es el propio director quien nos los muestra abiertamente a lo largo de toda la grabación.

“Rojo y Negro”, un clásico de Stendhal que nadie debería perderse, y “Crimen y Castigo”, de Dostoyevski –a quien el director neoyorkino admira profundamente- se mezclan en esta tragedia, dando lugar a una de las obras más redondas de Woody Allen que, curiosamente, nada tiene que ver con sus aclamadas comedias.

Y es que Match Point es un drama en toda regla; narra la historia de la escalada social de un hombre que, como hiciera Julian Sorel en la novela de Stendhal, se sirve de sus encantos para alcanzar todas sus metas. Sin embargo, no le irá tan bien como al ambicioso Sacerdote francés; su doble vida desembocará en una situación límite que le obligará a pasar de ser el protagonista de Rojo y Negro a convertirse en el de Crimen y Castigo. Un Raskolnikov contemporáneo que termina por desear un castigo que, a diferencia de lo que sucede en la novela, nunca llega.

Allen concluye su cinta poniendo sobre la mesa la idea de que la justicia no existe, sólo existe el azar. Pero si analizamos el sufrimiento y “los fantasmas” que acosan al protagonista tal vez encontremos un pequeño atisbo de luz y esperanza, ya que resulta evidente que, en cierto modo, “en el pecado va la penitencia”.

Comentarios

Deja un comentario