Las cámaras de fotos han cedido el paso a los multifuncionales teléfonos inteligentes. Ahora captar un momento es cada vez más sencillo gracias a nuestros smartphones en los que, además, contamos con miles de aplicaciones para colorear, retocar, editar y mejorar la calidad de las imágenes.
Aún así, tenemos mucho que agradecer a las cámaras de fotos, desde las más antiguas a las más sofisticadas. Parte de la historia la conocemos gracias a que hubo alguien capaz de captar la instantánea adecuada en el momento preciso.
Un ejemplo de ello son estas centenarias imágenes del que fuera el barco más grande del mundo allá por 1912, el Titanic…
La madrileña Puerta del Sol era muy diferente hace cien años…
La moda de 1900 podemos rescatarla y copiarla gracias a algunas imágines que aún se conservan de esta fecha y gracias a las que podemos observar cómo iba vestida la gente de entonces…
Los deportes han ido evolucionando y también el atuendo de los deportistas, un ejemplo de ello son estos futbolistas cuya equipación dista bastante de cómo van los actuales…
Con la llegada de los teléfonos móviles con cámara incorporada y más aún con los smartphones podemos hacer fotos de casi todo con la tranquilidad de que si no salen como esperábamos siempre podemos borrarlas. Antiguamente el cuidado por captar la esencia de la imagen era mucho mayor y así lo reflejan estas fotografías de 1913 justo un año antes de la Gran Guerra.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras y, en este caso, además de su importancia pictográfica el significado histórico de estas fotografías les da un valor incalculable. Quizás dentro de 100 años nuestros bisnietos se sorprendan al descubrir en algún disco duro de un ordenador ya obsoleto joyas que les muestren como vivieron sus antepasados. De momento, sigamos captando recuerdos con nuestro teléfono inteligente, quién sabe, igual alguna de esas fotos pasa a la historia…