El toro de Osborne, más que una marca, un símbolo cultural

Era el año 1956 cuando la empresa familiar Osborne, fundada en 1772 en El Puerto de Santa María (Cádiz) encargó al artista Manuel Prieto un símbolo publicitario que ilustrase uno de sus licores, el Brandy Veterano. Prieto presentó la silueta en negro de un toro bravo, sin saber que se convertiría, no en mucho tiempo, en algo más que una marca parte de nuestra cultura paisajística.

Un año después, comenzó la campaña externa de Osborne, y las carreteras españolas se empezaron a llenar de toros. Los primeros estaban hechos de madera, medían cuatro metros y llevaban escrito en blanco ‘Veterano’. Sin embargo, a los pocos años, los constructores de los toros conscientes del deterioro que sufrían, decidieron levantarlos en chapa y hasta los siete metros.

Al mismo tiempo que la marca se hacía conocida, vinieron las quejas por su imagen: el toro. Primero la ley sobre publicidad en las carreteras, de 1962, según la cual todo anuncio debía colocarse a más de 125 metros de las vías; Osborne obedeció y aumentó el tamaño de sus reses. Después, en 1988, otra ley prohibió cualquier tipo de publicidad en las autopistas, Osborne quitó el nombre y dejó la silueta. En 1994, el Reglamento General de Carreteras del Ministerio de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente, ordenó retirar todas las vallas del toro, pero miles de españoles se pusieron en contra de esta medida, varias Comunidades manifestaron su deseo de que el toro continuase en sus carreteras.

Ahora, noventa toros vigilan nuestras vías; hace más de veinte años que el Congreso lo declaró herencia cultura y artística del paisaje español; en 1997, el Tribunal Supremo en una sentencia a favor de las siluetas del toro las declaraba parte del patrimonio cultural y artístico, por considerar que ”ha superado su inicial sentido publicitario y se ha integrado en el paisaje y debe prevalecer, como causa que justifica su conservación, el interés estético o cultural, que la colectividad le ha atribuido”.
Lo último es la campaña Art Bulls for Charity, una campaña para recaudar dinero en Estados Unidos para una ONG que lucha contra el hambre, en la que el toro ha servido de inspiracióna fasmosos diseñadores y cocineros como Agatha Ruiz de la Prada, Vittorio & Lucchino, Pedro Subijana y Ferrán Adriá.

 

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