El Premio de la discordia

Para muchos el nombre de Google es sinónimo de Internet. Esta compañía fundada por dos estudiantes estadounidenses, Larry Page y Sergey Brin el 27 de septiembre de 1998, es la creadora de algunas de las herramientas más usadas para la comunicación en la Red. Éste es solo uno de los aspectos valorados por el jurado de los Premios Príncipe de Asturias para considerar que el mejor buscador de Internet es el merecedor del Premio de Comunicación y Humanidades 2008.

La decisión, que conocíamos la semana pasada, se argumenta en que Google ha conseguido poner ”de forma instantánea y selectiva al alcance de millones de personas el canal de Internet”, y ha ”favorecido el acceso generalizado al conocimiento”. Asimismo, el jurado ha considerado su ”contribución decisiva al progreso de los pueblos, por encima de fronteras ideológicas, económicas, lingüísticas o raciales”. A pesar de ello, el fallo no ha sido, ni mucho menos, bien recibido por muchos sectores.

Por un lado, parece que ni el propio jurado estaba convencido de cuál debía ser el galardonado este año, ya que hasta que saliese definitivamente Google se repitió hasta siete veces la votación. Además, algunos miembros del jurado ya habían manifestado su preferencia por el periodista Manuel Leguineche.

Además, aunque Google fue propuesta por José Luis Pardos, embajador de España y miembro del jurado y cuenta con el apoyo de Al Gore, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2007, y Vinton G. Cerf (Investigación Científica y Técnida 2001), para muchos el valor de la marca más valiosa del cibermundo no es comunicativo sino como máquina herramienta, por lo que otorgarle este premio carece de sentido.

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