El dios romano de enero, Janus, se representaba con dos caras: una que miraba hacia delante, con el rostro joven imagen del nuevo año, y otro viejo, del que se dejaba atrás. En esos inicios del Imperio Romano, la noche del 31 de diciembre se invitaba a los amigos a comer y se intercambiaban miel con dátiles e higos para que el nuevo año que empezaba fuese dulce. Esta celebración se extendió por el resto de Europa, adaptándose a otras tradiciones de las diferentes culturas.
En España, la tradición más extendida consiste en, los últimos segundos de esta noche, comer 12 uvas al son de doce campanadas. Se cuenta que esta manera de celebrar con uvas nació a principios del siglo XX, concretamente en 1909, año en el que viticultores alicantinos, debido a un excedente de cosecha, animaron a que la Nochevieja estuviese protagonizada por esta fruta.
Como todas las supersticiones que rodean a la única celebración pagana del tiempo de Navidad, quien no termine de comer las uvas a tiempo, tendrá mala suerte en el año entrante. Y para añadir más suerte: brindamos con cava, champán o sidra.
En Alemania, en cambio, despiden el año viejo brindando en honor a San Silvestre, y reciben el año nuevo con petardos y fuegos artificiales con el fin de espantar a los malos espíritus. Según la tradición alemana, hay que dejar en el plato, hasta después de la medianoche, algunos restos de lo que se haya cenado, como garantía de que el año que entra no va a faltar la comida.
Algunos pueblos escoceses celebran el año nuevo, que llaman Hogmanay, de manera muy peculiar: prenden fuego a un barril y lo hacen rodar por las calles envuelto en llamas. De esta manera, creen, se deja paso al nuevo año. Otra tradición de estos pueblos es la denominada “first footing”, según la cual la primera persona que entre en una casa el primer día del año determina la suerte de la familia durante los meses siguientes. Para tener fortuna debe ser un hombre moreno, y mucho mejor si es guapo.
La noche de Nochevieja es para los niños rusos como para la mayoría de las otras nacionalidades la Nochebuena o el día de Reyes. Esa madrugada se espera la llegada del Abuelo del Hielo, que recorre Rusia repartiendo regalos y dulces. Para preparar su venida, los niños pasan la noche cantando alrededor del árbol de Navidad y dedicándole poemas al Abuelo del Hielo.
Si bien en líneas generales, cada país tiene sus tradiciones, cada casa tiene las suyas propias. Sean como fueren, ¡feliz Año Nuevo!