El nombre de Dios es Misericordia

2016 es el año de la Misericordia y con este motivo el Papa ha decidido publicar ”El nombre de Dios es Misericordia. Una conversación con Andrea Tornielli” una obra mediante la cual el Santo Padre pretende acercarse a todos y cada uno de nosotros con un lenguaje claro y sencillo que ablande nuestros corazones.

Y es que, según Francisco, ”la Iglesia no está en el mundo para condenar sino para permitir el encuentro con ese amor visceral que es la Misericordia de Dios” y para ello, ”es necesario salir e ir a buscar a las personas allí donde viven, donde sufren, donde esperan”.

El libro, que ya ha sido considerado como ”la encíclica sobre la Misericordia que el Papa siempre ha querido escribir”, está basado en una serie de preguntas breves a las que Francisco responde con anécdotas y episodios de su vida, una vida cargada de amor y de perdón que el Santo Padre comparte con nosotros en estas páginas en cuyo interior, el eje central no es otro que la Misericordia.

”El nombre de Dios es Misericordia” ha sido traducido a 16 idiomas y ya ha salido a la venta en 86 países. Con él, el Papa quiere llegar a todas aquellas almas que buscan darle un sentido a su vida como son los pobres y los marginados, pero también los que viven alejados de la fe, los homosexuales y los divorciados porque ”La misericordia es el primer atributo de Dios. Es el nombre de Dios. No hay situaciones de las que no podamos salir, no estamos condenados a hundirnos en arenas movedizas”

Por eso es importante que la Iglesia no cierre la puerta a nadie, sino que ”tiene que calentar el corazón de las personas con la cercanía y la proximidad” haciendo que todo el mundo, independientemente de la condición que tenga, pueda ir a confesarse, permanezca cerca del Señor, rece, etc. Y para aquellos cristianos que se colocan a sí mismos en las filas de ”los justos” Su Santidad, con la humildad que le caracteriza, les recuerda que ”también el Papa es un hombre que necesita la Misericordia de Dios”.

Francisco aprovecha el libro para decir que echa mucho de menos su papel de confesor para poder perdonar ”A veces -dice el Santo Padre-, quisiera poder entrar en una Iglesia y sentarme en el confesionario” y envía a todos un mensaje de paz, de amor y de misericordia.

Dicen que la Iglesia católica siempre tiene el Papa que más le conviene en cada momento. Es una suerte saber que Dios siempre está de nuestra parte y elige al mejor. Desde luego, Francisco es el ejemplo de que tenemos el mejor pontífice que la Iglesia podía tener en los tiempos que vivimos.

Foto: Google Imágenes

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