Ya lo dice el refrán: “los mejores perfumes se guardan en frascos pequeños”. Se trata de una máxima que, sin duda, también puede aplicarse a la pintura; pese a que, la grandilocuencia y la espectacularidad de los grandes formatos, la mayoría de las veces desmerece sin razón a esas pequeñas joyas; cuya intimidad, sencillez y discreción son igualmente dignas de admiración y elogio.
Manuela Mena, consagrada comisaría del Museo del Prado, ha tenido el buen gusto de hacérnoslo ver, elaborando minuciosamente una muestra en la que se exhiben algunas joyas del museo que se enmarcan dentro de los cuadros de gabinete o los dibujos preparatorios; dos realidades pictóricas que tienen el común, entre otras cosas, el reducido formato. La muestra, que abrirá sus puertas el próximo 21 de mayo bajo el título “Belleza encerrada. De Fra Angelico a Fortuny” cuenta con un total de 250 obras, todas ellas pertenecientes a los fondos del museo madrileño.
Altares portátiles, pequeños cuadros devocionarios o frontales de arcas matrimoniales son algunas de las curiosidades que pueden verse en esta exposición, en la que encontraremos a muchos de los grandes nombres de la Historia del Arte; como Fra Angelico, Goya, Watteu, Murillo, Rubens o Fortuny. Una oportunidad única para descubrir algunas curiosidades son esas “pequeñas grandes obras” de algunos maestros de la pintura.
“Belleza encerrada. De Fra Angelico a Fortuny” permanecerá abierta hasta el próximo 10 de noviembre. Los mayores de 65 podrán disfrutar de un cincuenta por ciento de descuento en la entrada; una reducción que será mayor si asisten al museo de lunes a sábado, entre las 18.00 y 20.00 horas, o los domingos y festivos, entre las 17.00 a 19.00.
