El arte del poder

No es ningún secreto que el modo en que vestimos es, en cierto modo, nuestra carta de presentación ante todos aquellos que no nos conocen. A través de los tiempos, la ropa ha sido utilizada como elemento representativo y, todavía hoy, dice tanto de quien la lleva, que en ocasiones podemos adivinar muchos detalles de una persona únicamente a través de sus vestidos. En el caso de altos mandatarios y monarcas esto sucede todavía con más intensidad; y sobre todo épocas pretéritas, como en el Renacimiento, “cuando el sol no se ponía en nuestro imperio” y cada bordado, broche, tela u objeto que el rey portara tenía un significado concreto que, en aquella época, los más ilustrados de sobra conocían.

El Museo Nacional del Prado nos invita a profundizar en este tema a través de la exposición “El arte del poder. La Real Armería y el retrato de corte”, una muestra que podrá visitarse entre el 9 de marzo y el 23 de mayo 2010, en las Salas A y B de la ampliación del Museo. Se trata de un proyecto inédito de gran originalidad e interés, ya que por primera vez podrán verse de forma paralela algunas de las mejores piezas de la Real Armería Española, junto a grandes retratos -realizados por geniales maestros como Rubens, Velázquez o Tiziano- en los que los personajes retratados portan con solemnidad las representativas piezas que hoy se conservan en el Palacio Real.

Las armaduras eran uno de los accesorios más significativos de un monarca, y más durante la época de máximo esplendor de la corona española, cuando estas piezas eran la imagen del poder y magnificencia del monarca, y llamaban la atención por no sólo por su brillo, su aspecto inquebrantable y opulencia, sino también gracias a sus delicados detalles y sutiles filigranas. La Real Armería de Madrid (sita en el Palacio Real) está considerada una de las más importantes del mundo, junto con la Imperial de Viena, y el impacto de sus piezas queda al descubierto en muchos de los retratos de corte realizados entre los siglos XVI y XVIII, que se conservan en la pinacoteca madrileña. Así nos lo muestra esta exposición, en la que podremos ver algunas piezas como la armadura ecuestre lucida por Carlos V en la batalla de Mühlberg (una obra maestra de Desiderius Helmschmid), expuesta junto al genial retrato de Tiziano en el que el Emperador, sobre su caballo, luce esta armadura mostrando su nobleza y poderío.

“El arte del poder. La Real Armería y el retrato de corte” cuenta también con esculturas y piezas forjadas por algunos de los armeros más importantes de la época (los hermanos Negroli, la familia Helmschmid, Wolfgang Grosschedel…) mostrándonos la interrelación entre el arte de la pintura y el arte de la guerra pero, sobre todo, la importancia de la simbología del poder y el poder de la representación.

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